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ASTRONOMÍA
Este año tendrá lugar una explosión de una supernova que originará una nueva estrella visible durante un tiempo. Te explicamos todo sobre este suceso y te contamos cuándo se producirá.
La astronomía es una disciplina fascinante y con grandes misterios que dejan asombrados a cualquiera. Este verano tienen lugar las Perseidas, la lluvia de estrellas más conocida del año. Sin embargo, este año también podrás apreciar otro hecho insólito que ocurre muy pocas veces en la vida. Te hablamos de una estrella que aparecerá en el cielo, pero que a los días morirá.
Las estrellas no permanecen fijas en el cielo y no solo porque se muevan, sino porque aparecen y desaparecen. Este tipo de astro se denomina "estrella invitada" y la primera vez que apareció en el cielo fue el 4 de julio de 1054. En ese momento, esta se mantuvo con vida durante 23 días.
Esa aparición efímera se debe a una explosión de una supernova. Por su parte, esas explosiones se producen en las estrellas más masivas, aquellas que tienen más de ocho veces la masa de nuestro Sol.
Este año se producirá otra de estas detonaciones, una nova en el sistema estelar llamada T Coronae Borealis o T CrB, según cuenta Study Finds. A pesar de que esta será 1.500 veces más brillante de lo habitual, no igualará la primera "estrella invitada" de 1054.
T CrB es un sistema estelar binario: está formado por una gigante roja y una enana blanca. Una gigante roja se trata de una estrella que, una vez agotado el hidrógeno de su núcleo, se expande hasta conseguir un tamaño ciento de veces mayor que su original. Por su parte, las enanas blancas son estrellas muy pequeñas y calientes, pero de masas comparables a la del Sol.
La gigante roja de T CrB está llegando al final de su vida y se está expandiendo de manera desmedida.
A pesar de que no se conozca la fecha exacta en la que aparecerá esta "estrella invitada", se sabe que tendrá lugar a finales de este año.
Para poder verla, habrá que mirar hacia el oeste y buscar Arcturus, la estrella más brillante de esa zona. Después se deberá observar a mitad de camino entre el horizonte y el cénit, el punto más alto sobre nuestra cabeza.