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SIEMPRE HAY UN GRUPO INFELIZ
Científicos de las universidades de Penn y Princeton han encontrado la asociación constante entre mayores ingresos y mayor felicidad para la mayoría de las personas.
Siempre se ha comentado que "el dinero no da la felicidad"; sin embargo, podría no ser del todo cierto. Un nuevo estudiorealizado por las universidades de Penn y Princeton y publicado en 'Proceedings of the National Academy of Sciences' demuestra la relación entre tener más dinero y ser más feliz.
Antes de llevar a cabo su investigación, científicos de cada una de las universidades había obtenido resultados distintos. Mientras los de Princeton descubrieron que la felicidad aumentaba con los ingresos hasta llegar a los 75.000 dólares ahorrados y luego se estancaba, los de Pensilvania registraron que la felicidad aumentaba de manera constante y seguida, sin un máximo.
Así que ambos equipos decidieron trabajar juntos para averiguar si el dinero daba la felicidad realmente. Utilizaron datos del estudio de uno de ellos, Matthew Killingsworth, que los había recopilado a través de la aplicación Track Your Happiness, que evaluaba la felicidad de los usuarios varias veces al día y analizaba sus ingresos.
En promedio, tener mayores ingresos se asocia con niveles de felicidad cada vez mayores. Sin embargo, al aumentar el volumen de ganancias, la relación entre dinero y felicidad cambia. Los investigadores señalaron que también existía un grupo infeliz pero rico. Además, notaron un fuerte aumento de la felicidad hasta ganar 100.000 dólares anuales, pero luego se estancaban los resultados.
"En los términos más simples, esto sugiere que para la mayoría de las personas, los ingresos más altos están asociados con una mayor felicidad", explica Killingsworth a la Universidad de Penn. "La excepción son las personas económicamente acomodadas pero infelices. Por ejemplo, si eres rico y miserable, más dinero no te ayudará. Para todos los demás, más dinero se asoció con una mayor felicidad en grados algo diferentes".
Por otro lado, otra autora del estudio, Barbara Mellers, señala que el bienestar emocional y los ingresos no están conectados por una sola relación. Con esta afirmación está de acuerdo Killingsworth, que señala que "el dinero es solo uno de los muchos determinantes de la felicidad" y que no es el secreto que lleva a ella, "pero probablemente pueda ayudar un poco".