LA TIERRA SE HUNDE

Un tercio de la población de China vive en zonas en las que se hunde la tierra

De acuerdo con el estudio, se estima que aproximadamente 270 millones de personas se verán afectados, y casi 70 millones experimentarán un rápido hundimiento de 10 milímetros al año o más.

ShanghaiPixabay

A menudo, cuando pensamos en ciudades que se están hundiendo (principalmente debido al cambio climático), pensamos en capitales del sudeste de Asia, muy cercanas a la costa: Yakarta, Dhaka, Bangkok… También nos viene a la mente Venecia, pero nunca pensamos, como señala un informe del Foro Económico Mundial, en Houston, Nueva Orleans o Roterdam, todas ellas entre las 10 ciudades que podrían hundirse por completo y desaparecer. Pero el hundimiento de estas regiones puede estar provocado por diferentes factores.

En Osaka y Tokio, por ejemplo, la extracción de agua subterránea fue la culpable. La práctica se detuvo en la década de 1970 y el hundimiento de la ciudad ha cesado o se ha reducido considerablemente, lo que demuestra que se trata de una estrategia de mitigación eficaz. La vibración del tráfico y la construcción de túneles también son un factor contribuyente: Beijing tiene hundimientos de 45 milímetrs al año cerca del metro y las autopistas. Y la capital china no sería la única que está hundiéndose a un ritmo acelerado.

Si bien el hundimiento inducido por el hombre era conocido en China, los resultados de un nuevo estudio publicado en Science y liderado por Robert Nicholls y Manoochehr Shirzaei, han hecho que las autoridades chinas asuman la necesidad de una respuesta nacional. Pero este es solo el comienzo, ya que los resultados se reproducen en otros lugares del planeta y se trata de un problema generalizado en todo el mundo.

El equipo de Nicholls y Shirzaei ha analizado datos satelitales para cartografiar de manera precisa y consistente el movimiento de tierras en China. Y con ello realizar predicciones de futuros hundimientos que consideren los factores climáticos y las actividades humanas. Y cómo podrían cambiar con el tiempo.

En total se han cartografiado 82 ciudades con una población total de casi 700 millones de personas. Los resultados muestran que el 45% de las áreas urbanas analizadas se están hundiendo, y el 16% cae a un ritmo de 10 milímetros al año o más.

Así, a nivel nacional, se estima que aproximadamente 270 millones de residentes urbanos se verán afectados, y casi 70 millones experimentarán un rápido hundimiento de 10 milímetros al año o más. Los puntos críticos incluyen Beijing y Tianjin.

Las ciudades costeras como Tianjin se ven especialmente afectadas ya que el hundimiento de la tierra refuerza el cambio climático y el aumento del nivel del mar.

Al mismo tiempo, Shanghai, la ciudad más grande de China se ha hundido hasta 3 metros durante el último siglo y continúa desplomándose en la actualidad. Cuando el hundimiento se combina con el aumento del nivel del mar, el área urbana de China bajo el nivel del mar podría triplicarse en tamaño para 2120, afectando a entre 55 y 128 millones de residentes. Esto podría ser catastrófico sin una respuesta social fuerte.

Shanghai | Pixabay

"El hundimiento pone en peligro la integridad estructural de los edificios y las infraestructuras críticas y exacerba los impactos del cambio climático en términos de inundaciones, particularmente en las ciudades costeras donde refuerza el aumento del nivel del mar", afirma Nicholls.

El hundimiento es causado principalmente por la acción humana en las ciudades: la extracción de agua subterránea, que reduce el nivel freático, se considera el factor más importante del hundimiento, combinado con la geología y el peso de los edificios.

Los autores del estudio señalan que las mediciones satelitales están brindando nuevos datos detallados sobre hundimiento, pero los métodos para utilizar esta información necesitan mucho más desarrollo. Las ciudades costeras afectadas en China y en otros países requieren especial atención.

"Muchas ciudades y zonas de todo el mundo están desarrollando estrategias para gestionar los riesgos del cambio climático y el aumento del nivel del mar – concluye Nicholls -. Necesitamos aprender de esta experiencia para abordar también la amenaza de hundimiento, que es más común de lo que se reconoce actualmente".