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El truco para hacer el cubo de Rubik

El algoritmo consiste en una serie de movimientos simples que deben repetirse varias veces para resolver el "cubo mágico" creado por el arquitecto húngaro.

En mayo de 1974, Ernó Rubik, escultor y profesor de arquitectura húngaro, diseñó un dispositivo tridimensional que, sin saberlo, marcaria un hito en la historia de los juguetes. Originalmente concebido como una herramienta educativa para ayudar a los estudiantes a comprender mejor los objetos tridimensionales, el cubo de Rubik pronto evolucionó para convertirse en un rompecabezas mecánico que cautivó a personas de todas las edades alrededor del mundo.

El cubo de Rubik, también conocido como "cubo mágico", alcanzó su máxima popularidad en los años 80. Desde entonces, su influencia no ha disminuido, y desde 2003, la World Cube Association organiza competiciones internacionales que atraen a miles de entusiastas.

La versión clásica del cubo de Rubik es un cubo de 3x3x3, compuesto por seis caras de diferentes colores: blanco, rojo, naranja, azul, verde y amarillo. Cada cara se divide en nueve pequeños cuadrados, sumando un total de 54, contando con ocho vértices y doce aristas.

Cubo de Rubik | Olav Ahrens Røtne en Unsplash

El método principante para resolver el cubo de Rubik

Hay muchos métodos para completar el cubo de Rubik, algunos de los cuales permiten, junto con una gran habilidad motriz, resolverlo en poco más de 3 segundos, como el actual campeón del mundo, Max Park. Te mostramos en el vídeo paso a paso el método principiante para completar el cubo de Rubik.

  • Lo primero que debes hacer es localizar el centro amarillo del cubo y colocar a su alrededor todas sus piezas blancas formando una cruz. Ahora comprueba que los dos colores por abajo de los bordes, coinciden. Si no coinciden mueve los bordes hasta que lo hagan. Una vez hecho esto deberán girar las caras en el sentido de la agujas del reloj, dos veces hacia abajo, de manera que las coloques en la parte inferior del cubo y coincidan con el centro blanco.
  • Ahora dale la vuelta al cubo para que la parte blanca mire hacia abajo y la amarilla hacia arriba. Haz coincidir las esquinas blancas que faltan en la esquina inferior derecha de la tercera fila del cubo, alineada con los colores de la pieza. Una vez colocada, deberás seguir el algoritmo de la mano de derecha, esto es; sube la mano hacia arriba en el sentido horario y gira a la izquierda en sentido horario. Luego, baja en sentido antihorario y gira hacia la derecha en sentido antihorario. Repite este movimiento hasta que coloques todas las piezas de la cara blanca correctamente.
  • Llega el momento de colocar las aristas. Dale de nuevo la vuelta al cubo y haz coincidir un color en el borde que no tenga color amarillo y fíjate a que lado de la cara tiene que ir, comprobando los colores de las caras de los lados. Si va al lado derecho, deberás mover la pieza al lado izquierdo y repetir el algoritmo de la mano derecha. Ahora gira el cubo a la derecha y repite el mismo algoritmo, pero a la inversa con la mano izquierda, así sube una, gira a la derecha, baja y gira a la izquierda. Si la pieza tiene que ir al lado izquierdo, gírala a la derecha y realiza primero el algoritmo de la mano izquierda y luego el de la derecha.
  • Para resolver la última cara, primero tenemos que conseguir una cruz amarilla en ella, para lo cual existe otro algoritmo. Coloca horizontalmente el cubo de manera que si tienes una fila de tres piezas amarillas en el centro queden horizontales a ti y gira esta cara en sentido horario. Ahora realiza el algoritmo de la mano derecha y gira de nuevo la cara a su posición original, en sentido antihorario. Si tienes las agujas de un reloj u otra cosa diferente, colócalas como si estuvieran dando las nueve en punto y haz el mismo paso que en el caso anterior, pero realiza el algoritmo dos veces, en lugar de una. Ahora para hacer coincidir las cuatro esquinas, coloca, al menos, una junto a sus colores en la esquina superior izquierda y realiza tres veces el algoritmo de la mano derecha. Después gira todo el cubo a la derecha y realiza tres veces el algoritmo de la mano izquierda.
  • Ahora cada esquina está en su sitio, para ponerlas del color correspondiente, dale la vuelta al cubo con la cara blanca hacia arriba y, a continuación, deberás colocar en la esquina inferior derecha, las esquinas amarillas, para ello, realiza el algoritmo de mano derecha tantas veces como haga falta hasta que se coloquen.
  • Cuando acabes con una esquina, gira la fila de debajo hacia la izquierda y repite el proceso las veces que sea necesario. Ahora, solo hace falta, colocar los bordes, para ello, si tienes uno colocado y tres no, pon mirado hacia a ti el que sí está colocado y realiza una vez el algoritmo de la mano derecha, una vez el algoritmo de la mano izquierda, cinco veces el de la mano derecha y otras cinco el de la mano izquierda y habrás finalizado tu cubo de Rubik. Si ningún lado coincide, repítelo las veces que haga falta, empezando por cualquiera de los lados.

El impacto cultural y educativo del cubo de Rubik continúa siendo significativo, destacando no solo como un juguete de entretenimiento, sino también como una herramienta para desarrollar habilidades cognitivas y espaciales. Con diversas variaciones y un legado que perdura, el cubo de Rubik sigue siendo un desafío irresistible y un símbolo de ingenio y creatividad.