Tus músculos pueden determinar el deterioro del cerebro

Podemos pensar que pasar mucho tiempo en el gimnasio solo se relaciona con la fuerza de los músculos, pero también está vinculado con el desarrollo del cerebro. La clave no está en el tamaño de los músculos, sino en la fuerza que tenemos en ellos.

Aunque parezca que la masa muscular y la fuerza están directamente relacionadas, no es necesariamente así. Un músculo de mayor tamaño tendrá mayor capacidad para levantar más peso, pero la fuerza no solo consiste en eso. En realidad consiste en la conexión entre las neuronas motoras y las fibras musculares: cuantas más neuronas motoras se activan al mover el músculo, más tensión soporta, y más fuerte es el músculo.

No solo se activan las neuronas motoras, sino que se ha descubierto que también se relaciona con otras funciones cerebrales. En resumen, la fuerza que tengas en los músculos puede prevenir el deterioro cognitivo.

En cierto modo, los músculos actúan como un órgano endocrino: absorben glucosa y la transforman en miocinas, una molécula que favorece la neuroplasticidad, la memoria e incluso el sueño o el estado de ánimo. Por tanto, lo importante no es tener un bíceps descomunal, sino que esté al máximo de su capacidad, al margen del tamaño.