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DOSIS DE ARN MENSAJERO

Las vacunas de Pfizer y Moderna se pueden volver a congelar y funcionan igual contra la COVID-19

Científicos del Hospital del Mar, en Barcelona, han descubierto que los sueros no pierden eficacia y siguen protegiendo contra el coronavirus.

En España, el Ministerio de Sanidad ya anunció la segunda dosis de refuerzo contra la COVID-19 o cuarta dosis en total. Sin embargo, en otros países menos desarrollados las tasas de vacunación son bastante inferiores. Ahora, un estudiodel Hospital del Mar, del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas y de la Universitat Pompeu Fabra ha descubierto una solución: congelar los sueros ya preparados.

Este hecho permitiría manipular las vacunas en un centro especializado, preparar las jeringuillas y transportarlas congeladas para que no se estropearan. Después, se podrían administrar como de costumbre y evitando que se desperdicien dosis. Este hecho podría ser útil para extender la vacunación en países en desarrollo o en áreas rurales o de difícil acceso.

Congelar de nuevo las vacunas contra el coronavirus y que sigan teniendo la misma eficacia se ha observado en los sueros creados a partir de ARN mensajero. Es decir, en las vacunas de las marcas Pfizer BioNTech y Moderna, tal y como citan desde el Hospital del Mar en una nota de prensa.

Para comprobar si su teoría funcionaba, los investigadores prepararon jeringuillas con restos de vacunas de Pfizer y Moderna que habían sido descartados en centros de vacunación. Con ellos prepararon las dosis que servirían para el experimento.

Una parte de esas vacunas fue administrada a ratones de laboratorio en condiciones habituales. Otra parte se congeló a -20 ºC durante un mes y después se administró a otro grupo de roedores. Por último, un tercer grupo de vacunas se congeló a -80 ºC durante el mismo periodo y después fue inyectado en los animales.

Como afirman desde el Hospital del Mar, "en todos los casos los animales desarrollaron la misma respuesta inmunitaria contra el SARS-CoV-2, sin efectos secundarios. A la vez, se hicieron análisis de estabilidad del ARN mensajero, con resultados totalmente normales".

Impulsar la vacunación a escala mundial

El hecho de poder volver a congelar las vacunas "puede suponer un enorme avance, permiten maximizar la potencialidad de todos los viales reconstituidos y minimizar su desperdicio", expone el doctor Santi Grau, autor del estudio.

Según cálculos de la Organización Mundial de la Salud, solo en Europa y en Japón se han perdido 240 millones de dosis y una parte de las enviadas a los países en desarrollo dentro de la iniciativa COVAX no se han podido aprovechar por problemas de caducidad. Esto ha provocado grandes desigualdades en la cobertura vacunal que, en los países desarrollados roza el 70 %, mientras en los menos favorecidos no supera el 12 %.

La opción de volver a congelar los viales una vez preparados puede permitir realizar la manipulación de las vacunas en el país emisor, congelar las jeringuillas, y enviarlas a la destinación para su utilización inmediata, sin necesidad de una gran infraestructura para hacerlo. El tiempo de duración de la vacuna congelada de nuevo es de, como mínimo, un mes.

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