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A LA VENTA EL 20 DE DICIEMBRE
Tras una larga espera fruto de unos retrasos que todavía no han tenido una explicación oficial, Apple por fin ha comenzado la comercialización de los AirPods, sus auriculares inalámbricos. La crítica principal se ha centrado en su precio, argumentando que es elevado. ¿Lo es? En realidad no.
Con dos meses de retraso, pero los AirPods de Apple ya están aquí. Y cuestan 179 euros. Se trata de unos auriculares inalámbricos presentados con el último modelo de iPhone que se conectan con el teléfono -o con el iPad, Mac o Apple Watch- a través de bluetooth, aunque de forma mágica para los ojos: con simplemente acercar su estuche al dispositivo en cuestión.
Es así gracias al chip W1, de desarrollo propio de Apple, y que convierte un proceso habitualmente tedioso de emparejamiento en algo infinitamente más simple e instantáneo. Esto, de entrada, ya deja a los AirPods un par de peldaños por encima de su competencia.
¿Qué competencia? La más clara, los Gear Icon X de Samsung, idénticos en factor de forma -dos auriculares inalámbricos separados, sin cable que los una, y un estuche que los almacena a la vez que los recarga y hace las veces de emparejador-.
Pero se empiezan a ver pronto los agravios comparativos: su autonomía es de una hora y media de reproducción de música, frente a las cinco de los AirPods. Además, su diseño es más tosco e incómodo (no hablamos de oídas, los hemos probado), y no responde tan bien a los toques equivalentes a comandos. Y pese a ello, cuestan algo más: entre 200 y 220 euros en Amazon, por los 179 euros de los AirPods.
Algún otro competidor, como los Syllable D900, sí es notablemente más barato que los AirPods, pero basta darse una vuelta por sus valoraciones para ver que no sólo no ofrecen el rápido y simple emparejamiento (algo que para todo aquel que cambie constantemente de dispositivo será de agradecer eternamente), sino que su autonomía y comodidad flojean demasiado.
El resto de rivales o bien no juegan en la misma liga o bien no han visto la luz porque todavía se reducen a proyectos de financiación colectiva, como las propuestas de Muse (que estén en Indiegogo no ayuda a mejorar las expectativas respecto a ellos) o Erato, este último en Kickstarter.
Los demás todavía usan sistemas de cables, que aparte de ser menos estéticos (y habrá que ver si más cómodos o no), no requieren de ese avanzado sistema que permite que dos auriculares inalámbricos que van por separado tengan sincronicidad absoluta. Además, tienen integración específica con Siri, que unido a los avances en software y su integración con terceros, le hace dar varios saltos de gigante en poco tiempo.
Así las cosas, de entrada los AirPods pueden parecer caros para el valor que nosotros les atribuimos, pero un vistazo a la tecnología y a las propuestas similares dejan claro que no lo son tanto. Otra cosa es que no le veamos justificación a gastar 180 euros en unos auriculares, pero eso ya...