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PARA SER CICLISTA DE PRIMERA, ACELERA
Un nuevo invento promete convertir los tediosos y sedentarios trayectos de ida y vuelta al trabajo en una forma entretenida y saludable de ponerse en forma. ¿Cómo? Sustituyendo el acelerador del coche por unos pedales de bicicleta que permiten quemar hasta 300 calorías por cada 30 minutos al volante.
Media hora todas las mañanas de casa al trabajo y otra media por las tardes en sentido opuesto: así es la rutina de innumerables conductores que viven en alguna gran ciudad y trabajan a las afueras, o viceversa, o sencillamente de aquellos que se ponen al volante como parte de su profesión. El caso es que se cuentan por miles los que pasan más de una hora sentados mientras se desplazan de un lado para otro, una paradoja que en estos tiempos de vida sedentaria puede salir cara para la salud.
Por eso cada vez son más los que se animan a ir en bici a la oficina, y seguro que también muchos los que se plantean esta opción y la acaban descartando por inconvenientes como el frío o el calor, las lluvias o el riesgo de accidentes. Para ellos, la última creación del inventor saudí Nasser Al Shawaf puede ser la solución perfecta: un coche con pedales en el que quemas calorías mientras conduces.
¿Locura o genialidad? A menudo es complicado ver la diferencia, pero está claro que se trata de una idea ingeniosa que, de funcionar, uniría lo mejor de dos mundos: la comodidad del vehículo a motor y el saludable ejercicio de la bici. Hasta 300 calorías por cada 30 minutos aseguran sus creadores que este novedoso medio de transporte puede ayudarnos a quemar. Con un trayecto cotidiano de ida y vuelta como el que hemos descrito, ponerse a los mandos de este coche sería casi equivalente a visitar diariamente el gimnasio. Y sin tener que buscar hueco en una agenda siempre atiborrada de compromisos.
“Trabajo en muchas ciudades de todo el mundo en las que un trayecto cotidiano de más de 60 minutos en coche, ida y vuelta, no es infrecuente. Es una forma insana de desperdiciar más de dos horas todos los días”, afirma Al Shawaf. “Por eso se me ocurrió la idea del FitCar”.
FitCar PPV (vehículo a pedales) es el nombre de este invento que ya va por su segundo prototipo y que está a la espera de autorización por parte de las autoridades de tráfico holandesas para salir a la venta y circular por carreteras de toda Europa. La versión en que la empresa de Al Shawaf y su socia de ingeniería, la firma holandesa BPO, trabajan ahora mismo se basa en un Audi A4 Avant 2.0L, aunque el sistema que han diseñado puede instalarse en todo tipo de vehículos, tanto de gasolina o diésel como híbridos o eléctricos.
De hecho, el motor no tiene nada que ver con la modificaciones que realizan al coche. Es el acelerador el que ha sido sustituido por unos pedales como de bici, que al girar realizan la misma función que su antecesor al ser pisado: hacer que el coche vaya más rápido. Para hacer hueco, el freno también se ha cambiado por una palanca como la que llevan los automóviles adaptados para personas con discapacidad.
Como no es lo mismo estar en un atasco que rodando con total libertad por la autopista, el sistema del FitCar tiene tres posibles configuraciones: una para cuando se conduce rápido, para salir a carretera; una para rodar más lento, por ciudad, y una tercera que se puede activar cuando el coche está parado, por si quieres aprovechar para hacer ejercicio en los embotellamientos (o aparcado) como si estuvieras en una bici estática. También hay un sencillo dial rotatorio en los pedales para ajustar la resistencia, de fácil a difícil, en función de la intensidad del ejercicio que quieras realizar mientras conduces.
De momento, como comentábamos, todo esto está probándose en un Audi, que se ha elegido “por la ergonomía de su cabina, que permite una posición cómoda y ofrece suficiente espacio para la acción física del pedaleo”, explica Oscar Brocades, fundador de BPO, quien también confirma que sus planes pasan porque en el futuro podamos adaptar cualquier coche por menos de 1.000 dólares (unos 850 euros).
“Nuestra ambición para esta tecnología es o bien que sea adoptada por algún fabricante de automóviles para crear una nueva generación de coches más saludables para las ciudades”, detalla, “o bien que simplemente la vendamos nosotros como un ‘kit’ de conversión para aquellos que quieran añadir el pedaleo como un extra a su coche”.
No son las únicas ideas que tienen para mejorar su producto. “Sería posible introducir el frenado regenerativo [que permite recuperar energía del movimiento de los pedales para recargar la batería en coches híbridos o eléctricos], o empaquetarlo de forma diferente para que se puedan retirar los pedales y volver al modo estándar de conducción”, apunta Brocades. “También podríamos desarrollar una ‘app’ que acompañe al PPV para maximizar la quema de calorías, aumentar la eficiencia e introducir diferentes rutas y retos para la comunidad de seguidores”.
En cualquier caso, tienen una idea interesante entre manos que algunos les parecerá una auténtica locura y a otro toda una genialidad. Se trata de uno de esos inventos sencillos pero controvertidos que no dejan a nadie indiferente. O te encanta o te parece absurdo, pero lo que está claro es que buscar alternativas que nos ayuden a romper con esa vida sedentaria que llevamos muchos en las grandes ciudades no es descabellado. Que esta sea la forma adecuada es otro cantar.