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CON UNA PULSERA DE ACTIVIDAD
En el futuro podría ser sencillo detectarlo con pulseras de bajo coste.
La pandemia ha pasado a un claro segundo plano en los últimos meses. A pesar de que todavía siguen muriendo muchas personas por COVID-19 independientemente de la época del año que sea, y de que cada día se infectan por miles, ya hemos aceptado su presencia entre nosotros. Por eso pueden parecer menos trascendentes y mediáticos ciertos descubrimientos, pero desde luego si se hubieran producido durante lo más duro de la pandemia seguramente otro gallo habría cantado. Y es que hoy hemos conocido un estudio que ha demostrado que con un hardware doméstico es posible detectar COVID con precisión incluso antes de que se muestren los síntomas.
Con una pulsera de actividad
Las pulseras de actividad inundan las muñecas de centenares de millones de usuarios de tecnología en todo el mundo. Con ellas podemos hacer un seguimiento pormenorizado de nuestra actividad física y salud, y de hechoahora han descubiertoque gracias a estos dispositivos es posible detectar la presencia del virus incluso antes de que empiecen los síntomas, nada menos que dos días antes. Esto es lo que han descubierto con una investigación que dio comienzo precisamente a principios de 2020, justo en el momento que la pandemia se descontrolaba por medio mundo.
El objetivo del estudio era evidente, comprobar si con los datos que puede proporcionar una de estas pulseras de actividad es posible detectar que alguien ha contraído el COVID-19. Para ello pudieron contar con hasta 1.000 participantes, a los que se les entregó una pulsera de actividad Ava. Esta pulsera puede analizar la frecuencia cardiaca cada diez segundos por la noche, mientras estamos durmiendo. También es capaz de recopilar la frecuencia respiratoria, la temperatura de la piel, las variaciones de la frecuencia cardiaca o el flujo sanguíneo.
Por lo que la realidad es que se trata de una pulsera bastante más completa que otras muchas que tenemos habitualmente en el mercado. Gracias al seguimiento de los participantes, pudieron detectar cómo durante el estudio, varios de los participantes, el 11% del total, fue infectado por el virus. En ese momento y gracias a la información recogida de las pulseras de los infectados, se pudo crear un algoritmo capaz de detectar que el usuario tiene COVID incluso dos días antes de que empiecen los síntomas.
Básicamente en las cinco métricas que hemos detallado antes se han podido detectar cambios importantes en estos pacientes, que han desvelado a los investigadores qué es lo que indica que están infectados de COVID. Esto ha permitido que el algoritmo sea capaz de detectar la infección hasta dos días antes de que empiecen los síntomas. Eso sí, la tasa de acierto de este método fue del 68%. Los datos clave que han podido desvelar la existencia de COVID-19 en el paciente han sido tres. La frecuencia cardiaca, las variaciones en esta y la temperatura de la piel. Estos han sido los tres aspectos clave para poder detectar la infección incluso antes de que se pueda manifestar. La principal conclusión del estudio es que los wearables que usamos en el día a día pueden ser una gran herramienta para poder rastrear la salud de las personas incluso en una pandemia.
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