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CURIOSIDAD
Cuando usamos auriculares, estos transmiten el sonido en forma de ondas que llegan a nuestro oído y después hasta al cerebro. Los auriculares de transmisión ósea usan otro mecanismo y aquí te lo explicamos
Es muy habitual la utilización de auriculares en el día a día, ya sea para escuchar música, la radio o hablar por teléfono. En la actualidad, los más comunes son los auriculares inalámbricos que, poco a poco, han ido superando en usuarios a los de cable, gracias a su comodidad en el uso y en el transporte.
Sin embargo, una nueva modalidad de cascos, que prácticamente nadie conoce, están en el mercado. Se trata de los auriculares de transmisión ósea. Los auriculares normales transmiten el sonido en forma de ondas que llegan a nuestro oído, pasando todo el conducto auditivo hasta llegar al cerebro y transmitir la información. Por el contrario, los de transmisión ósea están en continuo contacto con los huesos del cráneo. Las vibraciones se transmiten por los huesos en lugar de los conductos auditivos.
Las ondas viajan a través del tejido óseo hasta el oído interno. A partir de ahí, se procesa de la misma manera que el sonido tradicional. La gran particularidad de estos auriculares es que, como no se colocan en las orejas, estaremos escuchando desde dos sitios a la vez.
En primer lugar, escucharemos nuestro entorno de manera normal a través de los oídos y, por otro lado, por transmisión ósea, escucharemos la música, radio o podcast, lo que tengamos puesto.
Una de las principales ventajas de este tipo de auriculares es que la gente que tiene lesiones auditivas, como puede ser la ausencia de tímpano, puede utilizarlos y escuchar con normalidad a través del mecanismo antes explicado.