Astronomía, divulgación, descubrimientos, ecología, innovación...
Gadgets
Un nicho del mercado que poco a poco va ganando adeptos, sobre todo ahora que llega a las cámaras sin espejo
Hace ya bastantes años, Samsung llegó a tener toda una gama de cámaras de fotos compactas, o digitales como se conocían entonces, que estaban basadas en el sistema operativo Android, algo que era muy novedoso entonces, y que ahora ha quedado un tanto desfasado si atendemos a la excepcional calidad de las cámaras de los teléfonos móviles. Pero eso no quita que haya fabricantes que confíen en este formato para hacerse con un nicho de mercado que aunque es reducido, ahí está igualmente. Hablamos de la firma Yongnuo, que ha lanzado una cámara de este tipo, con Android, pero con una gran novedad, se trata de una cámara con formato Mirrorless.
Yongnuo YN455
Este es un producto al que no daríamos demasiada atención si no fuera porque precisamente nos ofrece un formato de cámara poco común para contar con el sistema de Google. Precisamente es esa característica Mirrorless la que hace de esta cámara de fotos algo diferente. Por tanto hablamos de una cámara de fotos sin espejo, que se han convertido en las más populares entre aquellos usuarios que no contemplan la inversión en una cámara Réflex pero que demandan una calidad cercana a estas. Una de las grandes ventajas de estas cámaras es que son más compactas, y podemos intercambiar sus objetivos para obtener unas imágenes adaptadas a nuestras necesidades en todo momento.
Sin duda destaca no por ser Mirrorlens, sino por combinar con este formato el sistema operativo Android, por lo que sus menús e interfaz nos recordarán mucho al uso de un teléfono Android, pero con la diferencia de que la cámara es mucho mejor que la de cualquier teléfono. Esta llega con un sensor de 20 megapíxeles, que nos ofrece una gran calidad de imagen, y que obtiene imágenes en el formato 4:3, mucho más cuadrado del que acostumbran a ofrecer las cámaras de nuestros móviles. La pantalla es táctil y abatible, por lo que podemos controlar las funciones cómodamente como si se tratara de un teléfono móvil.
Pero como os podéis imaginar, al contar con Android, esta cámara en realidad en su interior es un dispositivo móvil más, con un procesador de Qualcomm que cuenta con ocho núcleos. Que además tiene una memoria RAM de 6GB, así como 64GB de almacenamiento interno de 64GB y que como era de esperar cuenta con una ranura para tarjetas microSD y así ampliar la memoria interna. Una cámara en la que podemos esperar la conectividad habitual de un móvil Android, como es la conectividad Bluetooth, GPS, así como Wifi, por lo que compartir las imágenes de la cámara será muy sencillo, pudiendo hacerlo directamente en redes sociales y apps de mensajería.
Se carga a través de un cable USB tipo C, contando con una batería de 4000mAh que podemos intercambiar fácilmente al instante por otra que ya esté cargada. Una cámara que no es barata, superando por poco los 500 euros, pero que sin duda nos ofrece mucha calidad y un funcionamiento de lo más familiar al contar con Android.