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Algo muy habitual y que seguramente en alguna ocasión os ha pasado es que una aplicación se quede congelada mientras usamos el ordenador. Esto suele suceder siempre en el peor momento, por lo que puede resultar algo muy frustrante. A continuación te contamos cómo forzar el cierre de una aplicación sin usar el Administrador de tareas.
Crea un atajo de teclado personalizado
Cuando esto sucede nuestra primera opción es abrir el Administrador de tareas. Generalmente para abrirlo solemos usar el atajo como atajo de teclado “CTRL-ALT+SUPR” y desde aquí, accedemos a un menú desde el que seleccionamos el “explorador de archivos”, seleccionamos la ampliación en la ventana flotante que nos aparece y por último pulsamos sobre “finalizar tareas”. Con el método que te vamos a contar, podemos nos ahorramos unos cuantos pasos y cerraremos mucho más rápido todas las aplicaciones que no respondan.
Cuando queremos llevar a cabo esta función sin acudir al administrador de tareas debemos acudir al comando “TaskKill”. Generalmente para ejecutar este tipo de comando los haríamos a través una ventana con el símbolo del sistema. Pera abrir la línea de comandos cada vez que una aplicación no responde esta no es la solución. Por lo que tenemos otra opción mucho más rápida y segura, se trata de hacerlo a través de un acceso directo y configurando un atajo de teclado personalizado. Te contamos cómo hacerlo:
Este comando es muy fácil de interpretar, con Taskkill (matar tarea) le indicamos que finalice la tarea. /f le dice al comando que fuerce el cierre del programa. /fi se usa para indicarle el sistema que lo aplique a los procesos que cumplan con un determinado criterio, que es el que les decimos con el texto entrecomillado “Status eq not responding” o no responde.
Con el acceso directo creado, podemos cerrar todos aquellos procesos que estén bloqueados, simplemente haciendo doble clic sobre este para ejecutar el comando. Pero puede suceder que al quedarse bloqueado un proceso nos sea imposible pulsar sobre el acceso directo, por lo que lo más aconsejable es asignarle un atajo de teclado que nos permite ejecutar sin necesidad de hacer clic sobre este.
Para ello pulsa el botón derecho sobre el acceso directo que hemos creado. En el menú desplegable que nos aparece pulsa sobre “propiedades” y nos aparecerá una ventana flotante con multitud de pestañas y opciones. De entre las pestañas elegimos “Acceso directo”, aquí encontramos varios campos que debemos modificar, el primero de ellos, “teclas de método abreviado” de forma predeterminada aparece vacío, por lo que, para asignarle las teclas, pulsa sobre control al hacerlo nos aparece por defecto “CTRL+ALT+” a esta sentencia tendremos que agregarle la tecla que queremos añadir al comando por ejemplo la “Q”. Para hacerlo mantén pulsado CTRL mientras que pulsas la letra Q en el teclado. Además, en el campo ejecutar debemos seleccionar del menú desplegable “minimizada” ya que al ejecutar el comando se abrirá momentáneamente una ventana con el símbolo del sistema.