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LAS DEMOS DE VR ARRASAN EL MWC SIN NUEVOS PRODUCTOS QUE LAS JUSTIFIQUEN
En el Mobile World Congress las empresas se llenan la boca con la realidad virtual, pero no hay productos nuevos en todo el recinto. HTC y Samsung son las que más llaman la atención, una por sus demos y la otra por sus atracciones.
Si la Fira Gran Via de Barcelona tuviera eco repetiría las palabras ‘realidad virtual’. Cuando parece que a los smartphones se les acaban las pilas de la originalidad, en el MWC 2017 miran hacia nuevos horizontes. En este caso la cosa va de realidad virtual, pero sus horizontes son más virtuales que reales.
En lo que se refiere a productos de consumo no se ha presentado nada relacionado con esta tecnología, aparte de la tímida aparición del controlador de Samsung. Podría decirse que la realidad virtual es la de hace unos meses, casi la del año pasado, aunque el protagonismo ha mudado esta vez. El pasado Mobile World Congress dejó una foto: la de Mark Zuckerberg caminando entre una multitud sentada de individuos enmascarados con las Samsung Galaxy Gear VR.
El rey ahora es HTC
Este año el rey, señor y amo de la realidad virtual es HTC. De hecho, en su expositor la compañía apenas tiene smartphones porque casi todo es realidad virtual, demos con sus gafas HTC Vive y sus controladores de mano. El expositor está compartimentado en espacios cuadrangulares, cubículos donde se prueba un juego de acción, una herramienta para estudiar el cuerpo humano o un software destinado a formar a los nuevos empleados de una fábrica de coches. Así, armado con el casco y una simulada pistola de pintura a presión, el usuario tiene que pintar la puerta de un automóvil sin salirse de las líneas. La idea es que sólo cuando lo haga medianamente bien se ponga en sus manos una pistola de verdad.
HTC tiene claro que uno de los factores para que la realidad virtual despegue es que el usuario pueda ver y sentir su propio cuerpo. Lo ha logrado con las manos gracias a sus controladores, y también con los pies. La compañía cuenta con dispositivos que se calzan en la puntera del calzado para, por ejemplo, poder patear con desesperación a los muertos vivientes si te quedas sin balas en un juego de apocalipsis zombie.
La empresa china TPCast ha colaborado con HTC para lograr que sus gafas estén libres de cables. Así, la experiencia se puede desarrollar sin latencia gracias a una tecnología inalámbrica exclusiva de TPCast habida cuenta de que la aparatosidad de los cables es otro de los frenos a la realidad virtual.
La propuesta de Samsung
Samsung ha optado por un enfoque más festivo en el MWC 2017. En la pasada edición la compañía surcoreana montó un teatro de realidad virtual, donde el conjunto de todas las butacas se movía al compás de la narrativa que experimentaban los usuarios. Les fue bien, a juzgar por las largas colas. Así, este año no ofrece una atracción sino tres: el teatro sigue y a él se han sumado dos nuevas experiencias, bastante locas, por cierto.
En una de ellas tres personas dan vueltas de todas las formas posibles dentro de un aro. La otra es más futurista si cabe: cada usuario tiene un sillón individual que, con movimientos, se voltea, se pone cabeza abajo y gira. Todos los dedos aferran los mandos más que crispados. De momento nadie ha vomitado, así que todo bien.
Parece como si las experiencias se orientaran a compensar la falta de productos nuevos en este campo (el mando que acompañará a las Gear VR, pese a haberse presentado, no se expone abiertamente en el stand).
Sony lidera el ¿mercado?
A nivel de cifras, la compañía anunció en su keynote que había vendido cinco millones de unidades de las Galaxy Gear VR. Más que Sony, que ha colocado en el mercado un millón de PlayStation VR, aunque no son comparables porque el precio de éstas es unos 400 euros, muy superior a las de Samsung. De hecho, según las estimaciones de la consultora 01consulting, la firma japonesa lideraría el mercado de la realidad virtual. El poquito que existe, hay que decir, porque en realidad todo lo que suena huele a hueco.
Sin embargo, en su stand del MWC Sony no tiene nada de realidad virtual. Las empresas que ya tienen productos en el mercado no los renuevan. ¿Por qué los iban a renovar si ni siquiera se han comprado los vijos todavía? Lo cierto es que la tecnología sigue mejorando, pero aún falta ese objeto de deseo. La llamada 'killer application', lo que fue WhatsApp para los smartphones o 'Super Mario Bros' para las consolas Nintendo.
A día de hoy la tecnología está en manos de muy pocos. Las compañías están en la fase de darla a conocer, de hacer demostraciones y pulir aspectos como la introducción de las manos en el escenario.
Pero, pese a todo eso, en el MWC 2017 todos hablan de realidad virtual. Aunque no las fabriquen, muchas empresas tienen unas gafas en su stand. Las operadoras recuerdan que la realidad virtual necesitará mucho ancho de banda y poca latencia y que para esto hay que adaptar las redes. Los fabricantes de chips repiten este discurso, pero traducido a su lenguaje: la realidad virtual consumirá muchos recursos de procesamiento y hay que prepararse.
En definitiva, todo el mundo hace las maletas para viajar a la realidad virtual, pero todavía nadie ha seducido a los consumidores para que compren sus billetes.