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NO LO ENCHUFES A LA CORRIENTE
De su nombre futurístico no se puede esperar otra cosa que rarezas tecnológicas. La startup Matrix Industries ha producido un smartwatch que no se conforma con leer los parámetros biológicos del usuario, las calorías que consume y recomendarle una tabla de entrenamiento semanal.
El Matrix PowerWatch aprovecha la energía que desprende el cuerpo humano en forma de calor para poder funcionar de forma continua, sin que sea necesario cargar la batería, como ocurre con el resto de wearables y dispositivos portátiles en general.
La justificación de la startup para un producto de este tipo es doble. En su vídeo de presentación –la compañía ha recurrido al sitio de crowdfunding Indiegogo para financiar la fase de comercialización– señala que cada año se pierden más de 30 billones de vatios de calor al año únicamente a causa de las plantas de energía. Con esto –apuntan desde Matrix Industries– se podría dar energía a todo el planeta. Además, anualmente se tiran 50.000 millones de baterías, contando pilas alcalinas.
Con dispositivos que sacan su energía del calor sobrante, como en este caso el del cuerpo humano, se reducirían los residuos de baterías usadas y se aprovecharía más la energía, con lo que al final se necesitarían menos recursos para abastecer la demanda.
La segunda pata de los argumentos para defender el PowerWatch es la comodidad que implica para el usuario no tener que cargar la batería cada uno o dos días. Y, por supuesto, este smartwatch no se va a apagar de repente: su tecnología termoeléctrica le permite extraer del calor sobrante del cuerpo la energía necesaria para sus funciones. El usuario ni siquiera tiene que estar haciendo ejercicio para que esto pase.
Desde Matrix Industries apuntan que el cuerpo humano produce una potencia de 100 vatios en forma de calor. Durante algunos momentos esta potencia puede aumentar a los 300 o 400 vatios. En esfuerzos intensos, como esprintar, incluso puede generar 1.000 vatios. Esta energía se utiliza para que funcionen órganos, músculos y en general toda la actividad del cuerpo humano. Pero parte de ella se pierde, sobre todo en forma de calor.
Así, cuando tu piel se calienta el sensor termoeléctrico del reloj lo detecta. Se trata de una tecnología compuesta de un material de baja conductividad térmica, pero una alta conductividad eléctrica. Esta pieza le permite saber cuánto calor genera el cuerpo. Y no sólo sirve para hacer funcionar el smartwatch, ya que también se puede medir el consumo de calorías de una forma más precisa.
El PowerWatch también se conecta con las aplicaciones de Apple y Google, Healthkit y Google Fit respectivamente, para que estas puedan analizar los datos que proporciona el dispositivo. Sus creadores lo promocionan como una herramienta con la que hacer deporte sin preocuparte de la batería. Por cierto, también es resistente al agua 50 metros, así que no tendrás problema si lo tuyo son los triatlones.