Evita el temido roaming: llama de viaje como si estuvieras en casa

Viajar mola, pero tiene cosas malas. Por ejemplo, el roaming. Sí, ese temible momento en el que desenfundas tu smartphone y tienes que cortar la conexión a internet y el GPS para que la factura no se dispare, y ese miedo a tener que llamar a alguien o que alguien te llame porque cada minuto de conversación es como oro.

Las compañías suelen ofrecer bonos, y algunas como Vodafone solían incluir en las tarifas planas nacionales un pequeño espacio de roaming mensual. Lo justo, eso sí, para una llamada o una consulta a un mapa si te pierdes. Porque eso es lo malo: acostumbrados a tener conexión ilimitada y tarifas planas de llamadas, de pronto vas al extranjero y vuelves al pelistoceno tecnológico.

Para remediar eso hay unas cuantas opciones novedosas, a gusto de cada cual. Una es una vieja conocida: una especie de pitillera llamada Teleza que se conecta vía bluetooth a tu teléfono. En su interior hay hueco para dos tarjetas SIM, así que la idea es que adquieras una en el país al que vayas (de prepago si vas a hacer turismo), incluso una más por si tienes que hacer una escala.

Está pensado, así a bote pronto, para gente de negocios. De hecho, puedes usarlo para más cosas que viajar, ya sea para integrar teléfono personal, de trabajo (y un tercero) en tu día a día. Incluso tiene más usos, como accionar determinadas cosas en tu móvil, como la cámara a modo de disparador a distancia.

El precio: unos 130 dólares, y funciona con iPhones y iPods Touch a partir del 4, iPads y, en beta, los móviles Android.

Lo malo, claro, que tendrías que llevar otro aparato encima, aunque sea ligero, pequeño y con un diseño agradable. Si no quieres tener ese problema, y de hecho no quieres andar comprando SIMs en los países a los que vayas, lo que propone SimGo podría interesarte: es una carcasa que se une a tu teléfono y tiene su propia SIM, con su propia tarifa internacional a través de su propia red en conexión con las redes locales.

¿Mande?

Es una funda que cuesta unos 80 dólares, que se adhiere a tu teléfono (no es demasiado grande, pero un poco más gruesa, como una batería extra). Se conecta a través de las redes de cada país y, vía nube, a sus propios servidores, de forma que permite un ahorro variable de entre el 50% y el 90%, según ellos mismos cuentan en su web.

La funda funciona en 34 países actualmente, y es compatible con cualquier dispositivo que lleve iOS o Android a través de su app.

Vale, tú no quieres aparato de ningún tipo: ni pitillera cool, ni carcasa anti-roaming. Tú quieres una tarjeta SIM que te dé una tarifa especial para viajar a buen precio. Entonces lo que buscas es TravelSIM, una tarjeta que ofrece una tarifa plana en principio limitada a conexión, pero que también ofrece llamadas.

Funciona cobrando tramos de datos a precios prefijados. Ellos te mandan una tarjeta SIM y tú la configuras según tus necesidades. De hecho, la diferencia entre las tarifas que ofrecen es el volumen de datos y si quieres que te manden un teléfono libre para usar con la SIM. La opción más barata son 25€ de tarifa (aquí las tarifas por bloques), la intermedia son 35€ por 20€ de tarifa y un móvil libre y la alta son 75€ por 50€ de tarifa y un móvil libre. El precio no varía si compras una SIM, una MicroSIM o una NanoSIM. Todo prepago, para evitar sustos en la factura

Según ellos mismos cuentan. funciona en 135 países del mundo, e implica un ahorro de hasta el 80% respecto a tarifas de roaming normales.

Ale, elige. Ya sólo falta lo complicado: ver a dónde te vas de vacaciones, hacer la maleta, emprender el viaje... No sigo, que da bajón sólo de pensarlo