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Este 2020 estará marcado para siempre por el COVID-19, conocido como coronavirus a secas durante las primeras semanas de la pandemia. Lógicamente las autoridades sanitarias e investigadores de medio mundo están buscando la forma de poder diagnosticar el COVID-19 más rápido, de forma más económica, y sobre todo más accesible para todos los usuarios. Y tal como hemos conocido ahora, los wearables podrían ser una buena forma de detectar que una persona está infectada por este COVID-19, sobre todo gracias al análisis de los datos que son capaces de recolectar este tipo de wearables de las personas que los visten todos los días.
Análisis de datos para detectar el COVID-19
Luca Foschini es la persona detrás de esta teoría que está intentando llevar a la práctica junto a su empresa. Precisamente un episodio de amago de COVID-19 de él y su familia le inspiraron a pensar que podríamos poder anticiparnos al COVID-19 leyendo los datos que nos devuelven los wearables con la monitorización durante 24 horas de los pacientes. Evidation Health es una startup tecnológica californiana que está investigando la forma de poder detectar COVID-19 en cualquier persona en base a los datos recogidos por los wearables que llevan en su muñeca durante todo el día. Estos wearables ya son capaces de recoger información no solo del ritmo cardiaco, sino también de la saturación de oxígeno en sangre de las personas, así como de otros biomarcadores que pueden dar pistas a los especialistas de que algo se cuece en esa persona relativa al COVID-19.
La idea de estos desarrolladores es que la pulsera o wearable que llevemos encima sea capaz de avisarnos lo bastante pronto de que algo está cambiando en nuestro cuerpo, como para poder ponernos en cuarentena de forma segura y así evitar posibles contagios a otras personas y frenar así la expansión de la pandemia. La idea de estos investigadores es que los wearables sean capaces de crear un patrón de salud normal de los pacientes, tanto en reposo como practicando actividades. Y que las desviaciones que se produzcan en esos comportamientos puedan ser analizados como una posible consecuencia de la incubación del virus.
Tal y como hemos conocido a través de Wired, Eric Topol, cardiólogo de la organización biomédica sin fines de lucro Scripps Research de California, asegura que "Esta es una estrategia que es muy económica: se trata solo de datos y análisis". Aunque la práctica no es ni mucho menos tan sencilla como se plantea. Lo mejor de este método sería su proceso, que es continuo, ya que está analizando los datos de los usuarios las 24 horas del día, frente a las pruebas que deben hacerse en un momento puntual, y que no son efectivas a largo plazo.
Clave para detectar asintomáticos
Puede que esta sea la principal ventaja de este método, ya que con el análisis de datos se podría detectar COVID-19, o al menos las consecuencias de sus síntomas, en personas que son asintomáticas, y que salvo un análisis continuo de este tipo, serían imposibles de detectarse por los medios actuales, en los que salvo prueba específica, no son detectados ni durante ni después de haber pasado la enfermedad. Detectar el COVID-19 en el caso de asintomáticos con solo llevar un wearable, podría ser uno de los métodos más efectivos para parar la pandemia. Pero lógicamente parece que no está cerca esta solución, aunque ya se trabaja en ella.