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PRECIOS DESORBITADOS
El precio de las memorias DDR5 no para de crecer, algo que tiene muchas implicaciones derivadas. Pero parece que hay luz al final del túnel.
Por si no teníamos suficiente con una cesta de la compra con precios desbocados, como los de los productos básicos, ahora, un segmento que se había visto inmune a la carestía, como es el de la tecnología, brindándonos en muchos casos dispositivos cada vez más asequibles, se ve ahora en riesgo con el precio de la memoria.
Esta es clave para la rápida expansión de la IA por todo el planeta, y del desbordamiento de la demanda y la escasez de oferta. Hemos conocido que, por ejemplo, en el mercado de los smartphones, los precios subirán en algunos casos, o se detendrá la innovación y se reducirán prestaciones para mantener precios competitivos, y así en muchos sectores de tecnología. Pero ahora conocemos esperanzadoras noticias acerca de esta nueva coyuntura, que limita su impacto a unos meses.
Es la RAM DDR5, la que utilizan multitud de dispositivos de alto rendimiento en el mercado, ya sean PCs de sobremesa, portátiles o smartphones, la que está viendo crecer sus precios sin control, hasta comprobar que en algunos casos están alcanzado un coste totalmente desorbitado. Y es que este aumento de su precio está teniendo un efecto contagio que puede afectar a la producción de otros muchos componentes.
Uno de los responsables de la firma Sapphire Technology, una de las más destacadas en la fabricación de componentes, entre ellos de memoria RAM, ha querido poner un poco de cordura entre tantos mensajes negativos en las últimas semanas, que apuntan a una carestía sin precedentes como consecuencia de la escasez de este componente. Y es que de entrada entiende que los precios que está alcanzando la memoria son completamente irrazonables.
Y hace una predicción cuando menos optimista, que los precios volverán a estabilizarse y comenzar a ser más accesibles dentro de seis u ocho meses. Algo que ha justificado por la actitud de los fabricantes, que se han protegido de esta situación de forma similar a cuando subieron precios por los aranceles. Se trata más bien de una burbuja de precio para anticiparse a la escasez del mercado, pero no porque haya una escasez real, o al menos tan acusada como se quiere hacer ver.
Eso sí, ha advertido de que la dinámica actual no es buena para nadie, tampoco para los fabricantes, ya que un aumento desorbitado del precio de la RAM puede ralentizar la venta de tecnología, lo que a su vez afectará a otros fabricantes de componentes, que pueden ver reducidos sus precios al reducirse la demanda de manera forzosa.
Así que según este responsable, actualmente no hay una escasez tan agresiva de RAM que justifique estos precios, pero la subida se debe más bien a una forma de protección de los fabricantes. Por eso le pone una fecha límite a esta situación. Esto quiere decir que en la segunda mitad de 2026 las aguas podrían volver a su cauce. De momento, lo más seguro es que veamos en los próximos meses como los fabricantes conservan características de sus dispositivos para no aumentar costes, o directamente las recortarán para ofrecer precios competitivos.