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SERÁ UNA OPCIÓN REAL MUY PRONTO
El nombre de estos vehículos voladores, al menos de la mejor forma que los podemos desarrollar ahora, es VTOL (siglas de Vertical Take-Off and Landing, en inglés, ‘despegue y aterrizaje vertical’). Un invento tan antiguo que sus primeras patentes se le atribuyen a Nikola Tesla hace noventa años, aunque durante la historia de la aviación ya ha habido varias máquinas capaces de realizar este tipo de aterrizajes y despegues.
La parte interesante para esta época es que los VTOL han pasado de limitarse a ser grandes aviones, la mayoría con fines militares, a poder integrarse en drones, algo que llevado a ciertos tamaños y capacidades les da la opción de llevar cargas mucho más pesadas… incluso a seres humanos.
En Dubai está siendo probado en fase experimental un dron eléctrico y autónomo llamado Volocopter, precisamente con capacidades VTOL, para el transporte por aire de hasta dos pasajeros. La velocidad máxima de vuelo es de 100 km/h, y su autonomía es de hasta treinta minutos, aunque sus creadores están intentando que alcance la hora completa.
Las pruebas todavía han de dilatarse, más allá de 2020 con toda probabilidad, especialmente para atar cuestiones tanto de autonomía como de seguridad áerea. En un escenario ideal, no hay obstáculos ni inclemencias metereológicas. ¿Qué ocurre si no hay una superficie segura de aterrizaje y la autonomía se está agotando? Esta y otras preguntas habrán de ser resueltas de la forma más completa antes de ponerlo como un servicio público.
Por otro lado, su alto precio impide que se pueda plantear a día de hoy como un servicio del que sacar rentabilidad sin un gran volumen de clientes. No parece ser un problema precisamente en Dubai, de todas formas, pero también se debe esperar que esta tecnología reduzca su precio considerablemente.
Uber está probando una iniciativa similar: Uber Elevate, con aspecto de helicóptero tradicional pero operado igualmente de forma autónoma y con energía eléctrica. La empresa se alió con la NASA para investigar la problemática de control de tráfico aéreo, y también se está enfocando en hacer las hélices más silenciosas, algo que podría hacer mucho menos desagradables los viajes en el aparato. Más si tenemos en cuenta que la velocidad pretendida sea de casi el triple que la alcanzada por Volocopter.
La idea de Uber es que en Dallas y Los Ángeles pueda comenzar a operar UberAir, el nombre comercial del servicio, en 2020. ¿Cuánto tardaremos en ver taxis voladores por nuestras calles?