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SE ACABÓ TENER QUE IR MENDIGANDO WI-FI
Desde que las conexiones Wi-Fi se empezaron a popularizar en los hogares en la década pasada, es extremadamente habitual experimentar problemas de conexión, especialmente en hogares de más de un piso o con un tamaño relativamente grande. Un router da para lo que da, y ni la llegada de los modelos con bandas de 5 GHz han terminado de arreglar esto.
La solución más habitual seguramente sea la de acercarse más al router y asumir que esa habitación de la otra punta de la casa nunca tendrá Wi-Fi. Otra práctica común es la de comprar un repetidor de señal, una solución que tiene más de parche que de remedio definitivo: la potencia de la señal se va debilitando con la distancia. Si uno arregla la fuga de un radiador con un trapo anudado, no se preocupa por comprar esparadrapo por si el primer apaño improvisado cede. Al menos, no hasta que el charquito está de vuelta en el suelo. Lo mismo pasa con el Wi-Fi.
En este tiempo, la tecnología ha evolucionado y ya tenemos una solución mucho mejor para este problema: las redes Mesh o en malla. Presentes desde hace tiempo en entornos corporativos, ha sido en los últimos meses cuando por fin algunas empresas se han animado a presentar productos asequibles con esta tecnología orientados hacia el hogar.
Se basan en unos repetidores que amplían la zona con cobertura Wi-Fi, pero sin que se produzca pérdida de velocidad. Con los routers Mesh, incluso los repetidores proporcionan el 100% de la velocidad contratada y emitida por el router principal.
Otra ventaja de los Mesh es que proporcionan cambios de redes instantáneos. El handover habitual suele traducirse en una pérdida de conexión durante unos segundos, entre que la pierde con el router que ya está demasiado lejos y que confirma la señal con el repetidor. Algo que no se produce con las Mesh, que a efectos prácticas son redes idénticas con cambios en el lugar de origen de la señal.
Antes hablábamos de los routers con banda de 5 GHz. Los Mesh saben jugar con la eficiencia a la hora de destinar ancho de banda. Por ejemplo, si estamos viendo una película en 4K con nuestra Smart TV, y desde el smartphone estamos tuiteando lo buena que nos parece, el router repartirá el ancho de banda óptimo a cada uno de esos dos dispositivos en función de las bandas a las que les conecte: la de 5 GHz para la TV y la de 2.4 GHz para el smartphone, por ejemplo. Los Mesh tienen tres bandas.
Estos routers tienen la pega de que son caros en comparación con los tradicionales 802.11n o 802.ac, que podemos encontrar por entre veinte y cien euros. Los Mesh, además de ser más caros, todavía no tienen una gran disponibilidad en cuanto a ofertas de modelos. En Amazon, por ejemplo, tenemos los NetGear Orbi, que se venden en packs de routers y satélites para superficies de hasta 525 metros cuadrados. Los precios, entre 200 euros (para 200 metros cuadrados) y los 600 euros para el mayor tamaño a cubrir. Otra opción son los TP-Link Deco M5, por 255 euros para el kit de tres. Si queremos algo más vistoso, en Macnificos está el router Ubiquiti AmpliFi por 130 euros, a los que habría que sumar el punto de repetición de la señal.
Si estás interesado en algún router Mesh pero no sabes cuál encaja mejor en tu casa, puedes echar un ojo a una comparativa entre los principales modelos. Todos estos routers, además de su tecnología y su buena estética, también tienen otra ventaja añadida: sus aplicaciones para smartphone son mucho mejores y más completas que las habituales. Permiten configurar la conexión de forma simple con una interfaz que no desprende aroma a años noventa.