Actualiza ya tu iPhone, Apple Watch o Mac para combatir esta peligrosa amenaza
Astronomía, divulgación, descubrimientos, ecología, innovación...
SI HAY UN AUMENTO DE LA PRODUCTIVIDAD, REPARTAMOS LA RIQUEZA
Si la corriente general de pensamiento es creer que los robots van a dejar a mucha gente en la calle, hay quien opina que la automatización puede servir para adelantar la edad de jubilación.
El cataclismo que muchos anticipan con la llegada de la automatización podría verse de otra manera. Es decir, sin que sea un cataclismo sino todo lo contrario. Es al menos lo que piensan desde la federación de sindicatos de Reino Unido, el Trades Union Congress.
Su tesis se centra en el aumento de productividad: si es eso lo que va a suceder gracias a los robots, los trabajadores no serán necesarios. Pero lejos de ir directamente al paro, la consecuencia última será que se adelante la edad de jubilación para tener menos cantidad de población activa.
Así, la TUC se ha expresado a favor de no subir la edad de jubilación, como se ha acordado hacer en Reino Unido, igual que en otros países europeos. La federación de sindicatos británica señala que hasta ahora sólo se han beneficiado de la automatización los dueños de las empresas. Es hora, según el sindicato, de que se beneficien también el resto de trabajadores.
El reparto de la riqueza ha sido una utopía desde que existe la riqueza. Pero lo cierto es que las cifras apoyan la tesis del sindicato británico. Un análisis de PricewaterhouseCoopers señala que el PIB de Reino Unido crecerá un 10% hacia 2030 gracias a un aumento de la productividad ligado a la inteligencia artificial.
Al mismo tiempo se quiere aumentar la edad de jubilación. Sin embargo, lo normal es que las personas mayores sean las que más dificultades tengan para adaptarse a esta ola de automatización y reubicarse, y es por eso por lo que el TUC cree que tiene sentido sencillamente adelantar la edad de su retiro.
La renta básica universal, un concepto en auge
Si se estira hasta su máxima extensión, la tendencia que apunta el TUC británico conduce ineludiblemente hacia la renta básica universal. Esta idea no es nueva ni mucho menos, aunque ahora está en boca de la industria tecnológica. De hecho, el concepto se ganó el interés de algunos intelectuales anglosajones en la primera mitad del siglo XX y tuvo un momento de apogeo en los '60 y '70 con teorizaciones que aportaban cierta solidez económica al movimiento.
Pero lo cierto es que ha sido en los últimos años cuando el concepto de renta básica universal ha ganado visibilidad mediática. Lo que era una teoría perteneciente al campo de la utopía social se ha convertido en sujeto de discusión entre economistas prestigiosos, mientras que algunos líderes de importantes empresas se muestran a favor.
Uno de los nombres que más ha sonado en favor de la renta básica universal ha sido Elon Musk, el fundador y CEO de Tesla, pero también Mark Zuckerberg, su homólogo en Facebook, ha apoyado llevar a cabo una exploración profunda del concepto, igual que Richard Branson, líder del conglomerado Virgin Media.
Su argumento es el mismo: con la inteligencia artificial y la robótica muchas tareas se automatizarán. Y aunque no haya trabajo para la gente, sí habrá dinero, aunque este no lo produzcan personas sino robots. Sus derroteros dialécticos, por tanto, coinciden con los del sindicato británico.