Las tarjetas de crédito vendrán con huella dactilar: ¿adiós al pin?

Cuando apareció la primera huella dactilar en un smartphone corría el año 2007 y el fabricante que la introdujo era Toshiba. El año 2007 y Toshiba. No es una combinación que se asocie fácilmente con la innovación tecnológica en el terreno de los dispositivos móviles. Aquel año fue el del estreno del primer iPhone. Y precisamente sería este quien de verdad pusiera de moda la huella dactilar, seis años después.

La huella dactilar fue la principal novedad del iPhone 5s, en 2013. Y a partir de este momento, pese a que la tecnología se había probado anteriormente por algunos fabricantes, las marcas más importantes introdujeron sensores de huella en sus terminales de alta gama.

Lo que hasta el momento no había calado entre el público Apple lo popularizó en un par de años entre la gama alta. A estas alturas, una parte considerable de los smartphones que salen al mercado cuentan con esta tecnología. También está presente en las tabletas y los portátiles –cada vez más ligeros y más parecidos a tabletas con teclado– han adoptado asimismo estos sensores.

¿Por qué iban a ser menos las tarjetas de débito y de crédito? Mastercard debe haberse hecho esa pregunta. Y la respuesta ha sido diseñar, construir y lanzar producto. El resultado: la compañía ha sacado unas tarjetas con sensor de huella dactilar.

Después de todo, una de las funciones principales que se le anticiparon a la huella dactilar en los smartphones es la realización de pagos. Es un medio mucho más seguro que cualquier tipo de clave alfanumérica. De ahí que Mastercard lo haya considerado para mejorar las garantías en los procesos de pago.

Aunque este no es el único motivo. Las tarjetas de Mastercard se están probando de momento en Sudáfrica. Allí un usuario solo tiene que insertar la tarjeta y colocar el dedo encima del sensor. Este lee la huella y el chip –siempre hay uno en cada ejemplar de débito o crédito– confirma o no la identidad del usuario. Si el resultado de la evaluación es positivo, el TPV conecta con el banco para proceder al pago.

Mastercard confía en expandir su programa de tarjetas con huella dactilar a todo el mundo para finales de 2017. Las tarjetas, tal y como están configuradas ahora, permiten grabar dos huellas dactilares, para autorizar a otra persona a hacer los pagos. Pero la nueva tecnología no quita que siga vigente el código PIN o la firma, métodos que el usuario también podrá usar autorizar el pago.

La tecnología del TPV no cambia en nada y la tarjeta parece físicamente igual, incluido su grosor. Aunque de momento Mastercard requiere que vayas a un banco o un centro especializado para grabar tu huella en la tarjeta.