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EL DOMINIO MÓVIL YA ES ABRUMADOR
Ya son más los usuarios que acceden a internet a través de Android que quienes lo hacen a través de Windows. Es un símbolo del ascenso de los smartphones y, sobre todo, de cómo el ordenador personal ha cedido su trono definitivamente.
Desde que en los años '80 los ordenadores personales empezaran a venderse como rosquillas han sido la máquina informática por excelencia. Con ellos han aprendido las nociones básicas del mundo digital al menos un par de generaciones: escribir en un procesador de textos rudimentario, lidiar con los símbolos de MS-DOS o jugar a videojuegos en dos colores eran los primeros pasos en un tiempo que parece hundido en el pasado, deslumbrado por los flashes de los gráficos de ultradefinición y las interfaces táctiles.
Microsoft estuvo en el centro de aquel movimiento, el de poner un ordenador en cada casa. No es que la compañía fuera una ONG, porque una ONG no suele tener como jefe al hombre más rico del mundo. Pero lo cierto es que Windows entró en estas máquinas e hizo accesible y asequible la informática personal a las sociedades de los países ricos.
Después llegaría internet y aquí los cambios se aceleraron. El ordenador dejó de ser una máquina para que el niño jugara o para que los adultos trabajaran y empezó a ser una caja mágica: en internet se tenía acceso a un cerebro colectivo que no paraba de crecer. Y esto era muy valioso y muy interesante, cómo no.
Tanto es así que por controlar el acceso a internet Microsoft se vio envuelto en líos de monopolio, al priorizar a su navegador por encima de otros como Netscape o, más adelante, Mozilla Firefox, al menos en esta parte del mundo: en las regiones subdesarrolladas del globo apenas había ordenadores, ni mucho menos llegaban a penetrar en los hogares. Tendrían que esperar más tiempo hasta que algo les permitiera acceder a internet.
El smartphone salta sobre el ordenador
Salto al presente. La consultora StatCounter ha registrado, para el mes de marzo, que el 37,93% de los usuarios que accedieron a internet lo hicieron a través de Android, mientras con Windows lo hicieron un 37,91%. La diferencia es testimonial, incluso puede que en los próximos meses las cuotas de mercado bailen entre los dos sistemas. Pero la tendencia es irreversible.
Hace cinco años, en enero de 2012, la cuota de Android era de un 2,2% mientras que Windows se usaba para acceder a internet en un 82% de los casos. Y hay, además, otro dato interesante: la explosión del sistema de Google no se ha dado sólo en los países occidentales, como sí se dio la adopción de Windows.
De hecho, Windoes sigue sirviendo al 51,7% de los usuarios para acceder a internet en Europa, por un 23,6% que emplean Android, mientras que en América del Norte son un 39,5% los que usan el sistema de Microsoft y un 21,1% los que utilizan el de Google.
Las regiones que se quedaron atrás en el salto a la informática personal son ahora las que lideran el crecimiento de Android, el sistema de los smartphones por antonomasia. Así, en Asia el sistema de Google tiene una cuota del 52,2% y Windows se queda en un 29,2%, según StatCounter. De la misma forma, África refleja un 43,48% para Android y un 35,06 para el sistema de Microsoft.
Windows le ganó la partida a Macintosh porque sus ordenadores eran más baratos, y esa fue la puerta de acceso a la (casi) universalización de estos dispositivos. Y Android ha dejado atrás a sus rivales –incluido el sistema de Microsoft, en tanto compiten por el acceso a internet– por ser la tecnología más accesible, más maleable y más barata. Y esta vez sí, para todos.