Consejos para no acabar siendo estafado si buscas empleo
Gracias a Internet, podemos ofrecer, buscar y seleccionar posibles ofertas de empleo sin movernos de casa. Este hecho, que debería ser más ventajoso que ir de puerta en puerta como hace 20 años, a veces se convierte en la situación ideal para desalmados criminales que se aprovechan de situaciones de necesidad, a veces extrema, de los desempleados para estafarles. Si estás buscando trabajo, te voy a mostrar algunos consejos para que tu olfato antifraude se active.
Si las personas desempleadas ya se encuentran en una situación muy dura por falta de ingresos, hay seres ruines que se aprovechan del dinero que tienen ahorrado para lucrarse indiscriminadamente. Los trabajos bien remunerados son como los productos de ocasión, no se anuncian de forma visible y si lo hacen, enseguida vuelan. Si hay un puesto que merezca la pena por sus condiciones ventajosas,siempre habrá alguien que se entere antes que tú. Es imposible detectar al 100% de actividades fraudulentas, ya que cada vez están más especializados y utilizan métodos de engaño más sibilinos. Eso no es excusa para que tomes tus propias precauciones antes de enviar tus datos personales, bancarios o anticipar unos ahorros que no volverás a ver.
Los estafadores cuentan con una gran ventaja, el anonimato. Se inventarán identidades o empresas o se harán pasar por ellas. Si recibes algún mensaje, contacto o ves algún anuncio, ten en cuenta los siguientes consejos:
Este tipo de ofertas se camuflan entre anuncios de empleo de webs especializada o de de segunda mano. Utilizan reclamos atractivos como “ENCUENTRA TRABAJO YA”, “TE FORMAMOS PARA UN PUESTO DE TRABAJO”, "INTERMEDIARIO FINANCIERO CON ALTAS COMISIONES”. En todo caso, da la sensación de que vas a encontrar trabajo rápidamente, que son condiciones muy ventajosas o que tras un curso de preselección específico, impartido por ellos, pasarás a formar parte de su plantilla.
En cuanto contactes con ellos, todo serán facilidades y amabilidades. Te mandarán algunas preguntas o cuestionarios, (muchas de ellas son tan cutres que van en el mismo cuerpo del mensaje) simulando que muestran interés por tu perfil. Es la forma que tienen de ganarse tu confianza, evaluar tu situación personal, económica y tu grado de desesperación, básicamente. Su objetivo es ofrecerte una supuesta oferta que te genere aún un mayor interés.
El proceso de selección se hace de forma personal. Algunos otros, ni siquiera, te enviarán cuestionarios. Directamente, te piden datos personales y bancarios. Te suelen exigir una fotocopia del DNI por ambas caras, carnet de conducir, pasaporte, dirección postal, cuenta bancaria y otros datos de filiación necesarios para dar de alta líneas de teléfono, domiciliar recibos o abrir cuentas en webs de juego online. Algunos incluso te pueden llegar a exigir fotos tuyas sujetando el DNI en la mano. Aunque no lo creáis, estas son algunas de las comprobaciones que hacen las casas de juegos para la retirada de dinero. En ningún trabajo real te van a exigir ese tipo de datos ni documentación. Como mucho, los datos personales mínimos para poder contactar contigo, filiación, teléfono, correo y un CV.
Nunca adelantes ninguna cantidad de dinero. Otros prueban a exigirte una mínima cantidad de dinero en concepto de un curso que es “necesario” que hagas con ellos para formar parte de su bolsa de empleo o como requisito para acceder al puesto. Te pueden llegar a cobrar cantidades variables, no muy altas, entre 240 y 600 euros por un supuesto el curso que no te servirá de nada. Te pueden pedir un adelanto de dinero en concepto de gastos de gestión y alta en Seguridad Social o tramitación. Es un fraude. Si tienes que pagar un curso de formación a modo de preselección previa, no vas a tener que pagar. Si tuvieran que costear algún pago en concepto formativo, en todo caso, te lo detraerán de la nómina. Aun así, si te hacen pagar por un curso de formación específico para la empresa, manda eggs.
No comiences a prestar tus servicios laborales sin que hayas firmado previamente un contrato de trabajo, en el que hayas podido negociar o acceder a las condiciones de tus servicios. Evita sorpresas y, por supuesto, no te fíes. Si alguien tiene que perder, serás tú y no la empresa.
Comprueba los datos de contacto que te facilite la empresa en Internet, búscalos en Google, nombre de la persona de contacto, empresa, teléfono, domicilio social. Si no te inspira confianza o ves que tu interlocutor te da largas, cuelga. No pierdas el tiempo, siempre tendrán respuestas para todo.
Puede ser que el contacto te llegue por email o teléfono pero no es raro que te escriban por mensajería instantánea y traten de disuadirte por Whatsapp. Eso no es serio. No pierdas el tiempo, te acabarán engañando.
Pudiera ser que un usuario te contacte por Linkedin, si estás en esa red social. Comprueba su actividad, seguidores, contactos comunes, etc. pero sobre todo, no te fíes de lo que aparente ser. Linkedin no hace comprobaciones de identidad. Toma las mismas precauciones de los puntos anteriores.
Desconfía de las oportunidades que te llegan por cualquier vía, sin contacto previo. Se spammea con las ofertas de trabajo al igual que cualquier otro fraude. Elimínalas. Normalmente, además, el contenido de estos mensajes tiene faltas de ortografía o palabras incoherentes.