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INTERNET, CIUDAD CON LEY
¿De qué estamos hablando?
¿Has oído hablar de lo que se denomina indistintamente Deep Web, DarkNet, Web Profunda, Freenet, Web Invisible o Hidden Web? Como en el mundo físico, en el virtual también existe información desconocida e incierta. Místico o verdadero, reales son las líneas que vas a leer a continuación. Antes de hablarte de sus peligros, te voy a situar en un contexto de la Red que no es accesible a través de un uso convencional. Es un Internet sin reglas, sin regulación legal (al margen de la ley, pero no ilegal) un mundo en el que la policía no te puede proteger, una ciudad sin ley.
Las fuentes de búsqueda más comunes, como Google, no incorporan los contenidos de esta red oculta, diseñada para saltarse los buscadores, garantizar el anonimato, al menos en un principio, y la no trazabilidad de tu navegación.
La cantidad de información ubicada en estas profundidades equivale, más o menos, al 95% del contenido de lo que hay en Internet, aunque este dato está por confirmar.
¿Google no incorpora estos contenidos porque son delictivos, nocivos o peligrosos? No. Google es un motor de búsqueda y su configuración no le permite rastrear ciertos sitios ¿Por qué? Razones técnicas, webs que prohíben explícitamente recuperar su contenido, páginas que requieren registro y log-in de autenticación/contraseña, redes privadas, diferentes formatos webs, páginas cuyo nombre no ha sido registrado según el sistema oficialmente reconocido, o sitios alojados en una infraestructura que requieren un software específico para alcanzar sus contenidos, son algunas de ellas.
Estos sitios presentan el formato cifrado htto://4eiruntxxyxh4g.onion/ y, a diferencia de lo que ocurría en tiempos anteriores, ya no necesitas un software especial para acceder a su contenido. Es decir, si un usuario conoce la dirección exacta de la página que está buscando, podría acceder a ella escribiendo en el ordenador la URL; pero no es aconsejable. Es probable que quienes vagan por aquellos sitios monitoricen y rastreen tu ordenador. La red TOR (una red cifrada para navegar de forma anónima), aunque existen otras, es la preferida por excelencia para navegar por este submundo y sí que necesita instalación en tu ordenador.
Si decides entrar, ten claras algunas cosas
Con relativa facilidad, encontrarás anuncios sobre vídeos de sexo explícito, mutilaciones, violaciones, asesinatos, venta de órganos, drogas, armamento, sicarios, tarjetas de crédito, documentación de identidad falsa, manuales sobre cómo construir armas y explosivos, asesinar sin dejar rastro, blanquear dinero o trata de seres humanos. También se ofrecen servicios para la contratación de robos a la carta, alquiler de hackers, obtención de contraseñas y webs con contenidos racistas y xenófobos pero, sobre todo y en su mayoría, pornografía infantil.
El simple acceso y visionado de estos contenidos de momento en España no es delito, pero en otros países podría serlo. No sabes quién, como tú y también de forma "anónima", puede estar controlando o vigilando esos accesos y desde dónde.
No creas que todo lo que vas a ver es real. Hay muchas páginas, información, vídeos e imágenes trucadas, que sólo buscan captar tu atención mediante la provocación y el morbo. Si demandas otro tipo de servicios -mejor no saber- y buscas adquirir o contratar algo ilegal, has de tener presente que no sabes quién está detrás. Podría ser un estafador quien te vende un producto falso, manipulado o peligroso para tu salud, un vendedor a quien, por supuesto, no vas a poder reclamar absolutamente nada.
En la Web oculta también navega la Policía de cualquier país, y comprueba qué y quién está vendiendo y accediendo a esos servicios. Aunque, inicialmente la dirección de tu dispositivo electrónico puede ir cifrada y dice ser "anónima", en España y fuera de aquí se han producido detenciones de personas que ofrecían y contrataban esos servicios ilegales, así como la de administradores del mercado de compra-venta de estos servicio ilícitos Silk Road (el camino de la Seda), que llegó a mover cientos de millones de dólares.
No obstante, el acceso anónimo a la Deep web también tiene sus ventajas, sobre todo por esa privacidad, aunque no tan garantizada, para poder publicar y compartir archivos lícitos y de contenido sensible y que a veces sirve para burlar la censura de regímenes dictatoriales o Estados con sistemas políticos rígidos.
Si decides acceder para buscar contenidos lícitos, como un manual de hacking, por ejemplo, ojo con seguir los consejos que hay por ahí, sobre todo el de no acceder a esta Red desde tus propios dispositivos. Si utilizas conexiones ajenas, estarás dejando al descubierto a tu vecino y puede que, sin saberlo, lo que te descargues no sea un manual de hackers sino contenidos con pornografía infantil.
No obstante, valora el tener instalado un buen antivirus y firewall, no aceptes ni permitas la instalación de complementos y scripts, tapa la webcam, no introduzcas claves ni contraseñas si te lo piden, ni participes en ciertos foros.