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El número de los delitos cibernéticos ha aumentado con la pandemia, aquí tienes unos consejos para evitar que se aprovechen de estos populares códigos
La ciberdelincuencia es uno de los problemas que más preocupa a los cuerpos de seguridad y también a los propios internautas. Desde el inicio de la pandemia se ha registrado un incremento del 125% conviriténdose en uno de los delitos más comunes por detrás de los hurtos. Y por desgracia nuestro país ocupa el tercer lugar entre los preferidos por los ciberdelincuentes.
Evita que te timen con un código QR
En apenas dos años hemos visto cómo el uso de códigos QR ha crecido considerablemente. La situación sanitaria y las medidas anti-COVID han hecho de ellos un elemento indispensable en bares y terrazas para sustituir a las tradicionales cartas, aunque también se han hecho muy populares en los organismos públicos para gestionar aforos o sustituir los folletos en los museos. Pero sea cual sea su cometido estos siempre nos dirigen a un enlace donde podemos encontrar toda la información.
Aunque este no es el único uso que podemos hacer de ellos ya que, en otros lugares del planeta, como en algunos países asiáticos, son utilizados para realizar pagos sin contacto. Muy útil a la par que sencillo, pero en manos de desaprensivos y delincuentes puede convertirse en el mecanismo perfecto para intentar robar nuestros datos o de la propia cuenta corriente. Por ello tanto desde las instituciones como empresas a la ciberseguridad nos recuerdan que no debemos fiarnos y que debemos tomar precauciones para evitar cualquier tipo de situación que nos ponga en peligro.
El modus operandi en este caso suele ser la sustitucion sobre los códigos QR originales de los propietarios de los locales o de las instituciones por otros fraudulentos. Por lo que debemos de desconfiar de aquellos enlaces que no estén asociados a ninguna entidad o marca. Otra forma de acceder a nuestros datos sin necesidad de sustituir los códigos QR, es generar otros invitándonos a participar en sorteos con premios asegurados, algo que se convierte en un reclamo difícil de rechazar.
Para evitar este tipo de situaciones los expertos en ciberseguridad como la división de ciberseguridad de Entelgy, aconsejan configurar las aplicaciones de estos códigos QR de manera que no accedan directamente al enlace. De este modo podemos comprobar el origen de este. Algo a tener en cuenta al revisar la dirección a la que nos remite el enlace es que entre los caracteres que la conforman no hallemos caracteres especiales, este es un claro síntoma de la poca fiabilidad de la procedencia del mismo. Así nos aseguramos antes de conceder permisos de accesos que los datos que vamos a proporcionar o si descargamos algún archivo lo haremos de una forma totalmente segura.
Aunque no es la única precaución que podemos tomar a la hora de acceder, si detectamos cualquier anomalía o simplemente queremos evitar a toda costa cualquier brecha de seguridad lo más recomendable es no dirigirse al enlace y hacer uso de nuestro buscador de confianza para encontrar la información que queremos consultar. Ante el aumento de este tipo de delitos lo más importante es estar siempre al tanto de las nuevas formas de estafa o robo cibernético a través del INCIBE (instituto nacional de ciberseguridad)