CURIOSIDAD

Cómo será la geografía de la tierra dentro de millones de años: ¿habrá un nuevo océano?

Un cambio en el continente africano dentro de millones de años podrá dar lugar a una nueva distribución del planeta terrestre.

Desde tiempos remotos, el planeta tierra ha sufrido diversos acontecimientos hasta la formación de los continentes tal y como los conocemos hoy en día. Una era de hielo, terremotos... diversos episodios que demuestran que la formación de los continentes no ha sido siempre así. Por el contrario, son el resultado de la evolución desde la Pangea, un supercontinente existente al final de la era Paleozoica y comienzos de la era Mesozoica que agrupaba la mayor parte de las tierras emergidas del planeta como consecuencia del movimiento de las placas tectónicas.

Ahora, gracias a los nuevos descubrimientos, se sabe que esta agrupación tal y como conocemos hoy en día también es una formación pasajera, y se puede saber aproximadamente cuál será el movimiento de las placas tectónicas y la geografía que dejarán a su paso dentro de unos cuantos millones de años.

El supercontinente Pangea | National Geographic

La clave se encuentra en África. Este continente sufrirá una fragmentación en dos. En ese contexto, el valle del Rift es una de las zonas con más actividad sísmica y volcánica, por lo que se conformará como el centro de este cambio. En consecuencia, se calcula que África se partirá desde Somalia hasta Sudáfrica, y ese fragmento de tierra se irá separando hasta llegar a formar un nuevo océano entre ambas nuevas masas de tierra.

Este fenómeno ya se vio en zonas del Atlántico Sur, donde antes se encontraba una masa de tierra formada por América del Sur y África. Otros puntos con mucha actividad están por toda la costa Oeste de América del Norte y del Sur, así como todas las islas cercanas a la costa del continente asiático. Estas zonas conforman el llamado anillo de fuego.

No obstante, como ocurrió en épocas anteriores, se trata de un cambio que llevará millones de años y que, en gran medida, no conllevará grandes catástrofes. Además, cabe destacar que estos cambios a menudo nos pasan desapercibidos, ya que se producen en el interior de la corteza terrestre.