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PERMITE LA RECOGIDA DE BASURA BAJO DEMANDA
En Estados Unidos los servicios de recogida de basura los llevan a cabo infinidad de empresas privadas. Sólo en la ciudad de Nueva York hay 120 compañías con licencia para recoger basura en las calles. La idea de Recycle Track Systems -o RTS por sus siglas- ha sido convertirse en una pieza central de esta ecuación entre clientes y camiones.
La tecnología ha sido una parte clave en la creación de esta startup, que cuenta con una aplicación móvil para que sus clientes avisen cuando necesitan que pase un camión a recogerles la basura. Tal vez para una casa unifamiliar no tiene sentido este sistema, pero sí para empresas donde se generan muchos residuos.
Algunos de los clientes de RTS son WeWork, una compañía que ofrece espacios de coworking y servicios para emprendedores, o Whole Foods, la mayor cadena de alimentos naturales y orgánicos de Estados Unidos (adquirida por Amazon recientemente, por cierto). Cuando los establecimientos de estas empresas generan un pico de residuos, no tienen más que avisar mediante aplicación móvil para que un camión de basura pase a recogerlos.
Además, RTS notifica a sus clientes cuando el camión de basura ha llegado y les comunica dónde se enviará esta basura exactamente. Una información que tiene valor desde el punto de vista de la ecología, para conocer el tratamiento que se les da a esos residuos.
Pero lo que más llama la atención de RTS es su modelo de recogida de basura: ellos no tienen camiones propios sino que trabajan con todas esas empresas que tienen licencia para operar en la recogida. Estas son sus otros clientes, a quienes se les notifica mediante aplicación móvil dónde hay residuos que necesitan ser retirados.
Porque el dato del principio era sólo de Nueva York, pero es que en todo Estados Unidos hay unas 18.000 compañías de recogida de basura de pequeño-mediano tamaño. Así, con este modelo a lo Uber, RTS tiene a su disposición una flota de camiones de basura para dar servicio a sus clientes. Estos pagan una tarifa anual por cierta cantidad, y si se exceden en más residuos de los acordados se les cobra un extra.
Por el momento RTS ya puede presumir de ser rentable, con sólo dos años en marcha, y es más de lo que pueden decir muchas startups de Silicon Valley. Ahora la compañía –donde trabajan 17 personas– ha recibido una inversión de 11,7 millones de dólares, con lo que fijará objetivos de expansión.
Y aún tiene otro mercado para crecer: se trata del reciclaje de diversos materiales, como el plástico, donde también existe un negocio lucrativo alrededor. Al final la basura siempre estará ahí y parece que RTS ha aprendido a sacudir este sector.