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Dan igual los años que pasen que las compañías que tienen en su mano el control de los sistemas operativos no aprenden, y eso a pesar de que se han sucedido las sentencias judiciales que abogaban por permitir la competencia dentro de sus ecosistemas. El caso es que siempre volvemos cada poco tiempo a revivir batallas que parecían superadas. Y ahora la que acaba de desatarse tiene como contendientes a Tile y a Apple.
Tile se ha hecho famosa por vender una serie de pequeños dispositivos que se pueden adosar a todo tipo de objetos con el fin de tenerlos localizados: las llaves de casa, las del coche, una chaqueta, un bolso, una cámara de fotos o incluso un monopatín. Cualquier superficie es buena para adherir una pegatina de estas y tenerla bajo control en la pantalla de nuestro móvil para saber dónde la hemos dejado.
Según informa el Financial Times, el problema ha llegado porque Apple, en una de sus últimas actualizaciones, ha modificado la manera en la que se gestiona la utilización de la ubicación por parte de las apps diseñadas para sus iPhone, por lo que Tile se queja de que esas medidas están dificultando a sus clientes localizar correctamente esas pegatinas.
La batalla llega a la Unión Europea
Esos cambios a los que se refieren en Tile en la gestión del uso de la ubicación del dispositivo tienen que ver con que ahora, en iOS 13, el usuario recibe una serie de alertas que tienen forma de menú emergente que aparece en el centro de la pantalla de los iPhone para avisarnos de que una app está utilizando la ubicación en segundo plano. En esos popup, el usuario puede elegir entre mantener ese acceso al GPS o desactivarlo, lo que en el caso de estas pegatinas inteligentes elimina toda su precisión a la hora de localizar dónde hemos dejado, por ejemplo, las llaves del coche.
En el escrito que Tile ha remitido a las autoridades de competencia de la Unión Europea afirman que los cambios en iOS 13 "alientan a los clientes a no usar sus productos" ya que desactiva las funciones que "permiten una experiencia perfecta", lo que conlleva a que, si un usuario quiere recuperar los permisos de la aplicación, el proceso para conseguirlo necesite de acceder a "configuraciones complejas que no son fáciles de encontrar".
Aunque es posible que estos cambios en el sistema operativo hayan podido tener un efecto negativo, no podemos perder de vista lo que va a ocurrir en los próximos tiempos cuando Apple lance al mercado la alternativa a esos Tile. Los Airtags son, en esencia, el mismo concepto de pequeños dispositivos que se adhieren a los objetos para hacerlos inteligentes y mantenerlos localizados gracias a la app oficial de iOS, que se llama Buscar. Por si fuera poco, los de Tim Cook dejaron de vender los productos de Tile en su tienda oficial, cosa que para la compañía, también norteamericana, supone negarle una igualdad de oportunidades a la que ahora están apelando.
Apple, por su parte, se ha defendido ante este escrito afirmando que "negamos enérgicamente las acusaciones de comportamiento no competitivo que Tile está librando contra nosotros. De acuerdo con el camino crítico en el que hemos estado durante más de una década, el año pasado introdujimos más protecciones de privacidad que salvaguardan los datos de ubicación del usuario. A Tile no le gustan esas decisiones, así que en lugar de discutir el tema por sus méritos, decidieron lanzar ataques sin mérito".