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YA LES DIJE AYER QUE NO VOLVIERAN A LLAMARME
Mediodía. Estás en el trabajo, tratando de sacar adelante la jornada. Suena el teléfono. Lo coges. Un comercial al otro lado del teléfono trata de venderte una tarifa de fibra muchísimo mejor que la que tienes, aunque todavía no le has dicho cuál es. Insiste en saberlo, pero le dices que no estás interesado, que gracias, que se apunte tu nombre para no volver a contactar contigo. No ceja en su empeño. Te ves obligado a dar las buenas tardes y colgar. Al día siguiente, más o menos a la misma hora, la escena se repite con una nueva voz tronando en el auricular. Cuando le preguntas por qué siguen llamando si les has pedido que se abstengan, te dice que no le constaba. Librarte de sus agresivas tácticas comerciales vuelve a costarte. De nuevo, acabas colgando de cuajo.
Identificarse con este relato es tan común que no te sorprenderá saber que las llamadas de ‘spam’ han aumentado un 101 % en España en 2018. Nuestro país, según un reciente informe, es el décimo del mundo en el que más llamadas publicitarias no deseadas se producen, y la culpa es, mayormente, de las operadoras de telecomunicaciones.
De media, un español recibe una docena de estas llamadas cada mes, el doble que el año pasado. Casi la mitad provienen de las operadoras telefónicas (el 43 %), a las que siguen como sospechosos habituales los cobradores de deudas (22 %). Dicho de otro modo, 2 de cada 3 llamadas de ‘spam’ que se reciben en España provienen de uno de estos dos sectores.
Y uno se pregunta: ¿cuál es la mejor manera de reaccionar ante este tipo de molestas llamadas? Lo primero que debes saber es que ignorarlas o colgarlas no sirve de nada. ¿Te has fijado en que a menudo hay un silencio de unos cuantos segundos entre que respondes y aparece una voz al otro lado de la línea? Se debe a que la mayoría de los ‘call centers’ utilizan marcación automática. No les cuesta esfuerzo alguno llamar una y otra vez, puesto que los comerciales humanos solo intervienen cuando ya lo has cogido y contestado. Mientras no lo hagas, el robot seguirá insistiendo, marcando una y otra vez, de forma incansable. Te quedan, por tanto, dos opciones: bloquear las llamadas de ‘spam’ o combatirlas.
Cómo bloquear llamadas de ‘spam’
Probablemente es la opción más cómoda, y hay varias formas de ponerla en práctica. En primer lugar, los sistemas operativos modernos incorporan la función de bloquear llamadas por defecto. Resumiendo, tanto en Android como en iOS basta con añadir el número a tu agenda, ir a su ficha y buscar en el menú la opción de bloquear ese contacto. Incluso puedes añadir todos los números a un mismo contacto y bloquear solo ese, para que tu listín no se llene de basura.
El problema de este método es que solo puede bloquear números que ya te hayan llamado o que conozcas, pues has de incorporarlos a la agenda, así que debes repetir el proceso cada vez que te moleste el ‘spam’. Si tienes una perdida y quieres confirmar su procedencia antes de incluir el número en la lista negra, en páginas como ListaSpam, Tellows o TelefonoSpam podrás hacerlo. Sin embargo, teniendo en cuenta que los responsables de hacer estas llamadas son conscientes y cambian a menudo de número para sortear el bloqueo, no parece la mejor opción.
La alternativa es tirar de aplicaciones. Hay muchas que cuentan con grandes bases de datos, constantemente actualizadas, en las que buscan los números que te llaman para determinar si son ‘spam’ y avisarte o directamente bloquearlos. Una de las más famosas y efectivas es Truecaller (disponible de forma gratuita para Android y iOS), pero hay otras como Whoscall (Android y iOS) o Call Blocker (solo Android).
El problema con estas ‘apps’ es que en sí mismas son un enemigo de tu privacidad. Para construir sus bases de datos o listas negras, se alimentan de las llamadas que recibes, así que tienen acceso a mucha información sobre los números que te llaman o los que tienes guardados en tu agenda. En algunos casos, de hecho, los permisos que exigen van mucho más allá.
Cómo combatir las llamadas de ‘spam’
Si prefieres andar por el camino difícil, ya que el fácil tiene sus inconvenientes, debes saber que la ley está de tu parte, aunque combatir las llamadas de ‘spam’ no es rápido ni indoloro.
Lo primero que uno se pregunta tras colgar una de estas molestas llamadas es “¿será legal?”. En principio, la respuesta es sí: llamar a un cliente o potencial cliente para informar de un nuevo producto o una promoción es legal siempre que la empresa haya sacado el número de bases de datos públicas o se lo haya facilitado voluntariamente el propio usuario.
Lo que va contra las normas es la insistencia ilimitada. La Ley de Competencia Desleal prohíbe "realizar propuestas no deseadas y reiteradas" y estipula que "el empresario o profesional deberá utilizar en estas comunicaciones sistemas que le permitan al consumidor dejar constancia de su oposición a seguir recibiendo propuestas comerciales”. Por lo tanto, si les pides que no vuelvan a llamarte y aun así lo hacen, están incumpliendo la ley. Tampoco pueden llamar antes de las 9 de la mañana ni más tarde de las 9 de la noche, ni en festivos o fines de semana, y no pueden utilizar números ocultos.
Si puedes aferrarte a cualquiera de estos supuestos, denuncia. Antes de hacerlo, escribe un email o llama por teléfono a la compañía que te está friendo a ‘spam’ y exige que te borre de sus listas o, de lo contrario, acudirás a la Agencia General de Protección de Datos (AEPD). Si no hacen caso a tu reclamación, la forma más sencilla de ponerlo en conocimiento de la AEPD es a través de los formularios que ponen a tu disposición organizaciones en defensa de los consumidores como Facua.
Para no tener que llegar a ello, o al menos no con todas las empresas, lo recomendable es que te das de alta en la Lista Robinson, una base de datos gestionada por la Asociación Española de la Economía Digital en la que se incluyen todas las personas y entidades que no desean recibir publicidad por teléfono, correo postal, correo electrónico y/o SMS/MMS (ten en cuenta que son listas diferentes). Buena parte de las empresas españolas la respetan, así que solo con que te apuntes debería menguar considerablemente, en el plazo de unos tres meses, el volumen de llamadas de ‘spam’ que recibes.
Pero hay un par de matices. El primero, que la Lista Robinson solo funciona con las empresas que no te han contactado nunca. Con las que ya te envían publicidad a día de hoy tendrás que recurrir a solicitar el cese y, si no te hacen caso, denunciar. También has de tener en cuenta, a la hora de inscribir el número de un teléfono fijo, que en una casa donde viven varios adultos deberá apuntarse individualmente cada uno de ellos. De lo contrario, los que no estén inscritos seguirán recibiendo llamadas a ese número.
Como ves, no es pan comido. Tú decides si sigues soportando las llamadas de ‘spam’, que se multiplican cada año, si optas por la vía rápida y las bloqueas o si decides dar batalla a los culpables. En cualquier caso, buena suerte. La mayoría estamos en tu mismo barco.