SEGURIDAD INFORMÁTICA

Existe un rango de edad concreto por el que serías vulnerable a un ataque hacker

Contrario a lo que se piensa, los nacidos entre 1981 y 1996 son más vulnerables a fraudes en línea y ataques de phishing que los usuarios de mayor edad.

El phishing y otros ataques cibernéticos están a la orden del día. Y es que aunque contemos con diferentes medidas de seguridad en ordenadores y dispositivos móviles, los ciberdelincuentes siempre se las ingenian para aprovechar el más mínimo descuido. Más allá de la protección habitual para nuestro móvil o PC, ¿está alguna generación más expuesta que otra?

Un informe ha querido demostrar cómo la edad de una persona puede influir a la hora de ser más, o menos, vulnerables a los ataques cibernéticos. El estudio se ha centrado en concreto en los ataques de phishing, las estafas realizadas a través de correos electrónicos fraudulentos y mensajes de textos engañosos, diseñadas para hacerse pasar por entidades confiables y lograr que las víctimas entreguen sus datos personales.

Los resultados han sido cuanto menos curiosos. Y es que según el informe, los millennials y por ende aquella generación comprendida entre 1981 y 1996, son los principales objetivos de este tipo de ataques. Los jóvenes de entre 20 y 29 años son el blanco perfecto para los hackers, especialmente cuando se trata de robar contraseñas y datos personales mediante tácticas engañosas. En concreto, el 37,5% de las víctimas de estafas de phishing pertenecen a este grupo.

Jóvenes con el móvil | iStock

Contrario a las expectativas, la generación de los Baby Boomers, a pesar de no haber crecido con Internet, ha desarrollado una mayor capacidad para identificar y evitar estos ataques gracias a su escepticismo y experiencia acumulada. Este contraste subraya la importancia de la experiencia en la navegación segura por Internet, algo que los millennials aún están perfeccionando.

No se libra tampoco la Generación Z. Otroestudio realizado en 2023 desveló que las estafas a jóvenes menores de 20 años dejaron pérdidas millonarias en países como Estados Unidos, pasando de 8,2 millones de dólares en 2017 a 210 millones en 2022. Los patrones en común por lo tanto entre millennials y Generación Z, los más afectados, son la falta de habilidades e inexperiencia para identificar este tipo de estafas.

Ante este panorama, se recomienda a los millennials incrementar su escepticismo al recibir comunicaciones digitales que soliciten información personal y familiarizarse con las señales de advertencia de los fraudes de phishing. Asimismo, las empresas y organizaciones deben reforzar la educación y capacitación en ciberseguridad para este grupo etario, promoviendo prácticas seguras en el manejo de datos y la identificación de amenazas.

La protección frente a los ciberataques no solo depende de la tecnología, sino también de la habilidad para reconocer y responder a tácticas fraudulentas, una competencia que todos, especialmente los millennials, deben desarrollar continuamente.