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Asistentes virtuales
Cuando Apple compró Siri hace diez años a una empresa –que tenía el mismo nombre–, muchos se preguntaron qué sentido tendría contar en nuestros dispositivos con una voz que nos escuche a todas horas y responda a todo lo que le pidamos. Total, si ya tenemos el teléfono para buscar lo que queramos, ¿qué ventajas nos va a traer algo así?
Pero con el paso de los años y el perfeccionamiento de la tecnología, ha quedado claro que la pata de los asistentes virtuales se ha convertido en un enorme campo de batalla del que comienzan a depender cada vez más parcelas de los actuales modelos de negocio. ¿Quién no le pide a su Google Home que le dé el tiempo que hace, o que reproduzca una canción e incluso que compre entradas de cine para ver una película?
Esa competencia feroz entre Google, Apple, Amazon, Microsoft y Samsung está llevando a los asistentes virtuales a tener un papel crucial en el actual panorama tecnológico donde su éxito no solo depende de lo bien que funcionen, o las opciones que ofrezcan, sino de cuántos millones de personas de todo el planeta son capaces de interactuar con ellos.
¿Cuántos idiomas entiende cada asistente?
En este momento existen cinco grandes asistentes virtuales que no todos comparten la misma porción de mercado. Es evidente que Google tiene ventaja por estar presente en la mayor parte de los cientos de millones de dispositivos con Android, mientras que Apple le sigue a la zaga con sus iPhone, iPad, Mac, etc. El caso es que en ese ranking donde los asistentes virtuales presumen de ser políglotas, el premio se lo llevan los de Mountain View, con un soporte para más de 40 lenguas distintas. En segundo lugar tenemos a los chicos de Cupertino y su Siri, que puede comunicarse con nosotros en 21 idiomas.
Muy lejos de los dos primeros puestos aparece Microsoft con su Cortana, claramente en desuso, que de momento solo es capaz de entender ocho idiomas. ¿Echáis de menos a Amazon? Tranquilos porque Alexa es la cuarta inteligencia en este Top 5 gracias a las siete lenguas que soportan sus dispositivos Echo, Fire TV Stick, televisiones Smart, etc.; las mismas, por cierto, que el asistente de Samsung Bixby –que es al que más le está costando abrirse un hueco ya que solo está presente en los dispositivos de la marca coreana y muchos de los idiomas que entiende no han llegado hasta hace bien poco.
¿Tan difícil es añadir nuevos idiomas?
Hay que decir que el hecho de añadir nuevos idiomas supone un esfuerzo colosal por parte de una compañía y que los actuales sistemas de reconocimiento de voz no son nada sencillos de programar. Esto es así porque actualmente todo ese proceso se deja en manos de redes neuronales profundas que son capaces de predecir los fonemas y todas aquellas variaciones de una misma palabra cuyo significado depende del contexto en el que se utiliza. Ese tipo de aprendizaje solo es posible porque se dejaron atrás los sistemas tradicionales de reconocimiento de voz, en los que se ajustaban a mano las probabilidades de combinaciones entre palabras, lo que llevaba a un esquema muy restrictivo donde, o se decían las cosas como esperaba el sistema, o no podíamos esperar respuesta alguna. Esas redes neuronales trabajan, incluso, a un nivel espectrográfico para reducir los errores en la interpretación, lo que permite eliminar la supervisión humana en la casi totalidad de las ocasiones.