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EN 2017 SUS INSTALACIONES SERÁN ENERGÉTICAMENTE LIMPIAS
Durante 2017 los centros de datos de Google podrían empezar a funcionar sólo energías renovables, o al menos eso es lo que se ha propuesto lograr el gigante de internet. Todo un reto, teniendo en cuenta que su consumo equivale al de la ciudad de San Francisco.
Los centros de datos son enormidades informáticas. Son vastos complejos que albergan ristras infinitas de servidores, cada vez mayores y más potentes. Su consumo energético, por tanto, es muy alto, tanto que se ha convertido en un problema. Mejor dicho, en varios.
La factura de la luz da vértigo a las empresas con centros de datos, que quieren ahorrar como sea, para lo que necesitan hacer más eficientes los servidores y las instalaciones, en general. Además, hay otro problema asociado: el de las emisiones. Cuanta más energía se consume, más dióxido de carbono se escupe a la atmósfera, y es que gran parte de la energía se produce quemando combustibles fósiles.
Aunque todas las empresas están dispuestas a resolver el primer problema, no hay tanta unanimidad para acabar con el segundo. Sin embargo, Google se ha propuesto poner de su parte para que así sea: la compañía ha anunciado que en 2017 sus centros de datos sólo necesitarán energía procedente de renovables.
A día de hoy la compañía emplea una gran cantidad de energía procedente de renovables, y se estima que durante 2017 esta cantidad ascenderá al total que consumen sus centros de datos.
Sin embargo, la multinacional no usará exclusivamente energías renovables, pues diariamente tira de la red eléctrica general, cuya procedencia energética viene de combustibles fósiles, nuclear o renovables. La cuestión es que, aunque técnicamente pueda hacerlo, no va a cortar estos lazos porque necesita tener un suministro eléctrico continuo y fiable. Lo que sí hará es apoyar financieramente proyectos de energías renovables hasta que generen la misma cantidad de energía que consume la compañía.
Para tal fin Google tiene múltiples acuerdos con productos de energía eólica y solar. Su papel consiste en garantizarles que les comprará la energía, lo que les da la suficiente tranquilidad financiera a sus socios para seguir invirtiendo en renovables.
Desde la multinacional señalan algunas ventajas de confiar en las renovables. Apuntan, por ejemplo, que los precios de la energía eólica no fluctúan como los del gas o el petróleo, de forma que la compañía puede planear mejor su futuro sin estar sujeta a las veleidades del mercado energético. Incluso señalan que en algunas regiones, como en Chile, la energía renovable ha llegado a ser más barato que la procedente de combustibles fósiles.
En 2015 el consumo de energía de Google fue de unos 5,7 teravatios-hora, que es una cantidad equivalente de forma aproximada a lo que consume la ciudad entera de San Francisco. Y no es la única compañía que consume una brutalidad de energía semejante. Facebook, Amazon y otras grandes tecnológicas también tienen un consumo energético por las nubes. A ver si no es lo único que acaban compartiendo estos gigantes...