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PROTAGONIZÓ 'SANSÓN Y DALILA' O 'LA EXTRAÑA MUJER'
Esta actriz vienesa emigró a Hollywood, donde hizo carrera en superproducciones como 'Sansón y Dalila'. Pero además de la pantalla Hedy Lamarr tenía otra pasión: la ingeniería.
La vida de Hedy Lamarr da para una película seguramente más apasionante que cualquiera de las que ella protagonizó en vida. Los tiempos estaban revueltos cuando llegó al mundo y seguían estándolo cuando creció, comenzó su carrera como actriz y se casó.
La actriz, que gozó de gran popularidad en los años '40 y '50 debido a una atrayente belleza que lució en superproducciones de Hollywood, fue también una ávida inventora. El interés por esta rama del conocimiento y por trastear, diseñar y entender cómo funcionan las cosas y cómo se pueden mejorar la acompañaría durante toda su vida.
Nacida en Viena en 1914, justo al poco de estallar la Primera Guerra Mundial, creció en el seno de una familia de origen judío, que le dio una educación burguesa. Pero ella sentía pasión por la ingeniería desde que con 16 años empezó a cursar sus estudios en esta área.
Sin embargo, se introdujo en el mundo del cine. Así protagonizaría por ejemplo el título 'Éxtasis', del director checo Gustav Machatý, que le valió un escándalo al ser la primera mujer en la historia del cine que protagonizaba una escena de sexo.
Aquel año también se casaría en contra de su voluntad con un empresario de la industria armamentística, que le prohibió seguir haciendo carrera en el cine y prácticamente la recluyó en casa. Pero al mal tiempo buena cara: fueron cuatro años en los que la futura estrella de Hollywood se dedicó a profundizar en la ingeniería.
La situación se alargó hasta que en 1937 pudo escapar con una rocambolesca historia que aún a día de hoy no está clara. Huyó primero a Londres y después a Estados Unidos, donde no le costó mucho ganar su primer contrato. La actriz acabaría por ganarse el nombre que la haría famosa, Hedy Lamaar, y Hollywood por hacerse con una nueva estrella para alimentar su máquina en las próximas dos décadas, con títulos como 'Sansón y Dalila' o 'La extraña mujer'.
Hasta ahí la cara popular. La parte menos conocida de la vida de la actriz es la relativa a su faceta de inventora. A lo largo del verano de 1940, Lamaar trabajó en un proyecto de comunicación por radio junto a su amigo George Antheil, pianista y compositor. Lo hizo porque en aquellos momentos, en plena Segunda Guerra Mundial y preocupada por la amenaza del nazismo, quería inventar algo que permitiera sortear los sistemas alemanes de neutralización de torpedos por radiocontrol. La idea era que los aliados pudieran emplear torpedos por radiocontrol como arma.
El dúo inventó un aparato similar al mecanismo que gobierna una pianola para sincronizar 88 frecuencias (el mismo número de teclas que tiene un piano). Era la base del espectro ensanchado. Al año siguiente el invento obtuvo la patente y, aunque no se llegó a usar militarmente en la Segunda Guerra Mundial, sus principios básicos están en tecnologías muy conocidas hoy. El WiFi, el GPS y el bluetooth beben de la invención de Lamaar y Antheil.
Con estos mimbres y con muchos más detalles, declaraciones de Lamarr y entrevistas a algunos de los hijos que tuvo a lo largo de sus seis matrimonios, se ha realizado el documental 'Bombshell: the Hedy Lamaar Story'. El trabajo, coproducido por Susan Sarandom, a quien fascina la figura de la actriz e ingeniera, llega ahora a la gran pantalla en Estados Unidos, aunque aún habrá que esperar para que se estrene en otros países.