Así es la primera exposición de criptoarte NFT en España
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COMIENZA EN MALLORCA, ZARAGOZA Y VALENCIA
Es muy normal encontrarse ya en muchos de los supermercados de España con circuitos cerrados de TV (CCTV) con los que vigilan los accesos de entrada y salida, e incluso los pasillos, con el objetivo de intentar cazar con las manos en la masa a algunos delincuentes que buscan robar cualquier cosa. Ahora bien, la diferencia entre esos sistemas que solo miran, y los que permiten el reconocimiento facial, se encuentra en el software que les permite ver lo que aparece en las imágenes.
Además, el reconocimiento facial es un tema espinoso que está de plena actualidad y sobre el que hay mucho que legislar. La tecnología permite cada vez más usos para reconocer a las personas, categorizarlas y almacenar esa información en grandes servidores que lo recuerdan todo, lo que podría provocar situaciones conflictivas donde está en juego nuestra privacidad: ¿qué ocurre si alguien nos identifica y puede trazar un completo mapa de nuestros movimientos? ¿Quién y cómo almacena y gestiona toda esa información?
La última empresa en anunciar que ha recurrido al reconocimiento facial en la acceso a sus tiendas ha sido Mercadona, que ya dispone en 40 de sus tiendas de Mallorca, Zaragoza y Valencia de sistemas capaces de reconocer a todos los clientes que pasan por delante de sus sensores. Como podéis imaginar, muchos usuarios de estos establecimientos han puesto el grito en el cielo y han preguntado a los Juan Roig cuál es el objetivo de esta decisión.
Solo sentencias firmes contra intereses de la compañía
Detrás de este control de acceso a sus tiendas se encuentra la intención de, tal y como expresa Mercadona en algunos mensajes en su cuenta oficial de Twitter, impedir el acceso a "personas con sentencias firmes y medida(s) cautelar(es) de orden de alejamiento en vigor contra Mercadona o contra alguno de sus trabajadoras o trabajadores". Por lo que solo en esos casos, el establecimiento podrá impedir el acceso a ese cliente o, mejor dicho, notificar a la policía lo acontecido para que actúe.
Una vez el sistema ha detectado la infracción y se ha contrastado científicamente que se trata de esa persona, se notifica a las fuerzas y cuerpos de seguridad, responsables de hacer cumplir la medida en vigor adoptada por un juzgado. (3/3)
— Mercadona (@Mercadona) July 2, 2020
El sistema es capaz de reconocer a todas las personas que transitan por delante de las cámaras y, en menos de 0,3 segundos, ofrecer un resultado en caso de confirmarse que se trata de personas con una orden de alejamiento o sentencia firme contra Mercadona o alguno de sus trabajadores. El protocolo de actuación debe confirmar, después, de manera fehaciente la identidad de ese cliente y, en caso de ser positivo, dar aviso a la policía para que se persone en el local y haga efectiva esa orden de alejamiento.
que detecta, única y exclusivamente, la entrada de personas con sentencias firmes y medida cautelar de orden de alejamiento en vigor contra Mercadona o contra alguno de sus trabajadoras o trabajadores. (2/3)
— Mercadona (@Mercadona) July 2, 2020
En redes sociales, algunos usuarios han querido preguntar a la propia empresa sobre el alcance de este reconocimiento facial, por si era extensible a algún tipo de política discrecional de acceso a sus tiendas a partir de ahora. En todos los casos, desde Mercadona han querido dejar muy claro que el uso de este reconocimiento facial estará íntimamente ligado a una cuestión legal, con sentencia firme por parte de los tribunales.