PARA COMBATIR SU USO MALICIOSO

La primera ley que pone coto a la IA en Europa ya está aquí

La IA generativa no es perjudicial de por sí, pero un mal uso sí que podría tener consecuencias fatales. Por eso la nueva ley europea que la regula es tan importante.

Inteligencia artificialFreepik

Tal y como habíamos conocido el pasado mes de junio, esta semana, con el comienzo del mes de agosto, tenía que echar a andar la primera ley en el mundo focalizada en el uso de la inteligencia artificial. La avalancha novedades y modelos de IA generativa ha obligado a los reguladores a anticiparse a futuros problemas, y comenzar ya a legislar para evitar esos potenciales peligros asociados al mal uso de la inteligencia artificial.

¿Cuáles son los plazos para su implementación?

Pues bien, hay tres fechas concretas en las que esta nueva ley centrada en la IA tendrá que ser de obligado cumplimiento, ya que mientras tanto se le va a dar un margen a las empresas relacionadas con esta tecnología para que vayan aplicando todas esas limitaciones contempladas en el texto regulatorio. Una de ellas será el 2 de febrero de 2025, que será cuando haya que comenzar a cumplir las disposiciones generales y las prohibiciones que han sido denominadas como de riesgo inaceptable, y que por tanto son las más graves.

En el otro extremo tenemos el 2 de mayo de 2025, fecha a partir de la cual habrá que cumplir sí o sí los códigos de buenas prácticas asociadas a este texto, y que son aquellas menos dolosas y que implican menos riesgos, por lo que Europa da cierta manga ancha a la hora de implementar todos estos nuevos textos regulatorios en la actividad de los desarrolladores y actores relacionados con la IA en el sector tecnológico europeo.

Por último, será a partir del 2 de agosto de 2025 cuando las normas generales, las más superficiales, tendrán que ser de obligado cumplimiento, y ya para entonces cada país deberá haber adaptado a su manera el texto para que estén vigentes las medidas punitivas contempladas en la nueva ley. Ahora bien, cuando se trata de los grandes modelos de lenguaje de inteligencia artificial, esos que desarrollan grandes tecnológicas, como puedan ser OpenAI, Google, Meta o Apple, por decir los más conocidos, habrá un plazo más amplio para poder adaptarse a todas las exigencias contempladas en la nueva ley, y tendrán hasta 36 meses para adaptarse.

¿Qué va cambiar con esta nueva ley?

Pues básicamente la IA va a pasar a clasificarse en diferentes niveles de riesgo, para los cuales se consideran determinados marcos regulatorios. El grueso de inteligencias artificiales se encontrará dentro del grupo de menor riesgo, y por tanto los menos restrictivos a la hora de operar, teniendo que seguir básicamente una serie de buenas prácticas, que sobre todo multará a la difusión de contenidos de IA que puedan alentar a la desinformación, y a la vez a informar a los usuarios de los contenidos creados con esta nueva tecnología.

En el caso de las inteligencias artificiales calificadas de Alto Riesgo, como son todas aquellas relacionadas con la gestión de infraestructuras de carácter crítico, como pueden ser todas aquellas relacionadas con los suministros básicos, como electricidad, agua, luz y todo tipo de energías, tendrán que atenerse a un nuevo marco regulatorio mucho más estricto que el actual.

¿Dónde quedan los chatbots y la IA más común?

Pues bien, toda esa IA encapsulada en chatbots como ChatGPT o Gemini, que a su vez también operan en dispositivos móviles, estarán dentro del nivel de Transparencia específico, que básicamente se encargará de transmitir a los usuarios que interactúan con no humanos. En cambio, dentro de la categoría de Riesgo inaceptable se encontrarán aquellas inteligencias artificiales que podrían manipular el comportamiento humano para eludir el libre albedrío de los usuarios.

Así que el objetivo de la norma es que disfrutemos de la IA, pero que esta no influya en los aspectos más importantes de la sociedad, ni tenga un poder de decisión que pueda ser superior en algún momento al de los humanos. De momento algunas grandes tecnológicas como Meta han decidido moverse con pies de plomo con el despliegue de si IA en Europa, y están dejando de lado a nuestro continente en sus novedades dentro de este campo, por el riesgo a no poder cumplir la normativa.