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EL ABUSO DE LAS REDES SOCIALES AFECTA A LA SALUD MENTAL, SEGÚN UN INFORME
Un informe presentado ante el gobierno de Reino Unido pide que se considere la adicción a las redes sociales como una enfermedad con consecuencias para la salud mental de los jóvenes.
Un grupo de parlamentarios de Reino Unido, en colaboración con la Royal Society for Public Health (RSPH), ha elaborado un informe que solicita al gobierno británico que considere que la adicción a las redes sociales es una enfermedad, puesto que afecta a la salud mental de los usuarios.
Estos políticos creen que, aunque hacen falta más investigaciones que analicen en profundidad los efectos de estos canales sobre la salud, el nuevo informe sugiere que Facebook, Instagram o Twitter tienen efectos negativos en los usuarios, especialmente en los niños y jóvenes. Esto es debido a que las compañías se esfuerzan por conseguir que los consumidores pasen el mayor tiempo posible en sus plataformas, generándoles adicción.
El grupo parlamentario admite que las redes sociales tienen muchas ventajas y ofrecen muchos beneficios a la sociedad, aunque al mismo tiempo pueden ser muy peligrosas para los menores y jóvenes. Consideran que la dependencia de las redes sociales es muy similar a la adicción al juego, un trastorno que la Organización Mundial de la Salud ya ha propuesto incluir en la próxima revisión de su Clasificación Internacional de Enfermedades, que entrará a formar parte de la categoría de enfermedad mental.
La OMS señala que, para diagnosticar que una persona sufre un trastorno del juego, el individuo tiene que mostrar un deterioro significativo de su vida personal, familiar, social, educativa o laboral como consecuencia de su adicción al juego durante al menos 12 meses. Los políticos que respaldan el informe creen que se puede aplicar una definición de las mismas características a las personas que hacen un uso excesivo de las redes sociales.
No obstante, hay expertos que no están de acuerdo con estos planteamientos. Muchos señalan que, en el caso de las redes sociales, no se puede hablar de adicción puesto que no se cumplen dos de los tres factores que definen a este trastorno: no producen síndrome de abstinencia y no se desarrolla tolerancia a su utilización.
Por otra parte, otros profesionales, como el Dr. Simon Gibbs de la Universidad de Newcastle, creen que considerar la dependencia de las redes sociales como una enfermedad sugiere que el inicio del problema se encuentra en las personas, cuando en realidad se trata de un fenómeno producto de la sociedad y de las presiones comerciales de las empresas tecnológicas, y no de un problema propio del individuo.
Lo que expertos como el Dr. Gibbs defienden es que la dependencia de las redes sociales se aborde no desde un enfoque médico, sino desde una perspectiva económica y social, con medidas que involucren a las empresas tecnológicas en la búsqueda de soluciones que eviten las consecuencias negativas que sufren los jóvenes.