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CONSEJO
Los rayos de sol son muy escurridizos y, a pesar de estar en una sombra, estos pueden llegar a quemar la piel, asique igualmente hay que usar protector solar.
Cuando se está en la calle y hace un calor inaguantable, el único recurso que queda es buscar desesperadamente una sombra o un cobijo del sol que aporte una ligera sensación de frescor al cuerpo. Cuando esta sombra se encuentra, por lo general se bajan las defensas y nos relajamos, pero es algo que no debe pasar nunca.
A pesar de estar resguardados del sol, la radiación solar sigue pudiendo quemar, no tienen por qué incidir los rayos en la piel para que esta se pueda quemar. Esto consecuentemente, también implica que es posible quemarse, aunque no dé el sol directamente. Todo depende del sitio en el que se esté, dependerá de lo resguardados que estemos.
Este fenómeno se da porque los rayos solares pueden reflejarse en varias direcciones desde cualquier superficie, incluso en sitios a la sombra. Por eso es importante estar bien resguardado, ya que con eso conseguiremos que los rayos no contacten con la piel de ninguna manera.
De hecho, la arena de playa refleja más del 15% de los rayos solares, el césped alrededor del 20% y la espuma de mar sube hasta el 25%. Por otro lado, si el entorno que nos rodea es negro, los rayos solares serán absorbidos completamente y no habrá riesgo de quemadura. Por esto el asfalto únicamente refleja el 2% de la radiación solar, mientras que la nieve casi todo, hasta un 85% incluso en invierno.
Por todo esto, a pesar de que la radiación solar que recibe el cuerpo es mucho menor que si incidiera directamente, no hay que bajar el nivel de atención, las quemaduras solares son peligrosas y pueden llegar desde cualquier ángulo.