¿Por qué hay tantos países que están yendo contra el bitcóin?

Es, sin duda, la mayor sensación del mundo financiero en las últimas décadas. Tanto los inversores profesionales como las empresas y hasta los ciudadanos corrientes y molientes no dejan de mirar el bitcóin y estar pendientes de sus subidas (y bajadas).

Y en cuanto un fenómeno económico alcanza tales cotas de popularidad, los gobiernos no se quedan quietos. Así, poco a poco, los estados de medio mundo están pasando de mirar de reojo al bitcóin a ponerse a regularlo o, como poco, a intentar que esta criptomoneda no siga operando de manera tan aislada como hasta ahora.

EEUU, China, Reino Unido...

Hay muchos ejemplos de este tipo. Quizá el mejor sea el del gobierno chino, que está empezando a restringir los movimientos de los inversores con la moneda digital. Por ahora el Ejecutivo está dejando a los que en su momento invirtieron en ello, pero está empezando a prohibir a los nuevos inversores entrar en la criptomoneda.

En otros países como Estados Unidos, Argentina, Venezuela o Singapur la cosa empieza a ser regulada. Muchos de ellos, en mayor o menor medida, han anunciado que en los próximos meses lanzarán leyes que obligarán a los propietarios de bitcoines a tributar por los beneficios que les haya generado su inversión (otra cosa es que puedan rastrear dichos beneficios).

¿Qué pasa en España?

En España los movimientos aún son tenues, pero van avanzando. A finales del año pasado, tanto la CNMV como el Banco de España lanzaron diversas advertencias al respecto de los riesgos y la volatilidad del bitcóin. Hacienda, por su parte, va a empezar a estudiar las derivaciones de la criptomoneda por si pudiera gravarla de algún modo.

El caso de España no es aislado, sino que se está trasladando a toda Europa. Reino Unido ya ha lanzado algunas restricciones, sobre todo a la hora de tributar por las ganancias derivadas del bitcóin, mientras que la Unión Europea ya está trabajando en una normativa conjunta para todos sus países miembros.

Las empresas, también con dudas

Algunas grandes empresas también tienen serias dudas con el bitcóin. Tanto Visa como Mastercard están empezando a limitar que los usuarios de sus tarjetas de crédito puedan comprar bitcoines con ellas, y parece evidente que más pronto que tarde aumentarán estas restricciones. Lloyds, de hecho, ya ha prohibido de manera total estas operaciones.

Otros agentes financieros también andas preocupados. Merrill Lynch ha prohibido a sus clientes acudir a fondos de bitcoines. El único con una actitud divergente ha sido JP Morgan: empezó siendo muy crítico con los bitcoines, pero ahora ha reculado y está empezando a ver estas inversiones con buenos ojos.

Habrá que ver como evoluciona la cosa, pero un asunto parece claro: a los grandes gobiernos y entidades financieras bitcoin no les acaba de convencer, precisamente, y van a intentar ponerle restricciones. Otra cosa es que lo consigan... o no.