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FELIZ DÍA DEL PADRE: LAS TECNOLÓGICAS PROHIBEN EL DERECHO A HEREDAR EL CONTENIDO
“A menos que se trate de un imperativo legal, usted acepta que su Cuenta es intransferible y que cualquier derecho sobre su Apple ID o sobre el Contenido de su Cuenta termina con su muerte. Si se recibe una copia de su certificado de muerte, su cuenta se cancelará y se eliminará todo su Contenido. Póngase en contacto con el servicio de Soporte iCloud”.
Es el ejemplo más explícito. Apple lo deja muy claro dentro de sus condiciones legales, en la cláusula ‘Ausencia de supervivencia’.
Cualquier contenido digital que se ‘compre’ a la empresa de Cupertino se almacena en iCloud, así todo lo que escuchas o ves en Apple Music, Apple TV, iBooks o bien en iTunes no se podrá legar tras el fallecimiento del usuario registrado.
Hoy, Día del Padre, si has decidido regalarle a tu progenitor algún contenido digital con acceso en la nube, ten en cuenta que no lo heredarás. Bienvenido al siglo XXI. Según las condiciones de las principales tecnológicas no tienes ese derecho digital.
“Cuando le das al carrito de la compra, no compras realmente, pero el coste es similar. Pagas por el acceso al contenido, no por la propiedad. Alquilas el uso del servicio, no tienes la titularidad”, recuerda Jorge Morell, abogado de nuevas tecnologías, de Terminosycondiciones.com.
Cualquier usuario que abona una cuota por un servicio premium de música o cuota mensual de cine o series carece del derecho de sucesión digital.
Las playlist, las series grabadas o los e-books de su biblioteca digital no podrá ni donarlos ni legarlos a sus hijos o familiares. Si no hay descarga, no hay derecho a la herencia.
Tras la muerte del usuario, o tras el fin del pago, las plataformas tecnológicas cortan el servicio de acceso. Porque eso es lo que es, una licencia de acceso. No compras contenido, compras acceder a él, como cualquier licencia de uso de un software.
Tendemos a entender la copia de un contenido digital como algo propio porque antes el formato lo hacía tangible (libro impreso, casete, deuvedé), pero no es más que una copia.
“Hay movimientos legislativos en Europa para lograr que los ciudadanos dispongan de este derecho digital de sucesiones, pero todavía no existe ninguna ley al respecto”, añade Jorge Morell.
Así, el autor del contenido digital conserva la propiedad intelectual (autoría). El editor o productora posee los derechos para explotarlo (venderlo). Y las grandes tecnológicas -de Amazon a Apple, de Google a Spotify- controlan el acceso por parte del usuario. Así es el consumo de cultura digital.
Tú, como usuario que haces clic en el carrito de la compra, no compras: licencias, alquilas, accedes no posees. Pagas por poder leer, escuchar o ver en tu pantalla.
La nostalgia de heredar 'Let It Be', en disco de vinilo de The Beatles, una primera edición de ‘Cien Años de Soledad’, de Gabriel García Márquez, o un viejo deuvedé con Humphrey Bogart en ‘Casa Blanca’ es cosa del siglo pasado. Feliz Día del Padre.