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INTERNET
Escribir mal una sola letra puede resultar fatal.
No cabe duda de que los hackers otra cosa no, pero ingeniosos se puede aseverar que son. Y es así porque siempre deben mostrarse despiertos en este aspecto para intentar engañarnos. Esta es la base de la estafa, la de hacernos pensar que estamos en el sitio correcto cuando en realidad estamos ante un lugar suplantado. Y el Typosquatting se basa también en este principio, en el del engaño, aunque en este caso generado a partir de nuestros errores ortográficos, que cometemos todos sin distinción en el día a día cuando usamos nuestros teléfonos.
Cuidado con lo que escribes
La base sobre la que se asienta este engaño es muy sencilla, y lo peor de todo, muy difícil de evitar. Y es que el Typosquatting se aprovecha de nuestros errores al escribir una dirección web. Todos alguna vez hemos escrito mal una URL, por ejemplo, escribiendo “co” en lugar de “com” o alterando una letra, como por ejemplo “Gogle” en lugar de “Google” y siempre sin darnos cuenta. Esto es algo que puede terminar saliéndonos caro, si no atendemos y prestamos la atención necesaria. Y es que hay muchos hackers que se dedican a registrar dominios que no dejan de ser variantes de otros oficiales.
Dominios donde se alteran solo algunas letras, se añaden, se cambian de posición o se quitan respecto de las originales. Al final, al cabo del día, de los miles de millones de personas que hay navegando, es posible que miles de ellas puedan acabar en un sitio con un nombre diferente escrito por error. Pero esto no es lo peor, porque en este caso lo peligroso es lo que nos encontramos al llegar a esa web alternativa, que no es otra cosa que la suplantación de identidad de la web original. Por tanto, si no prestamos atención, nos terminamos encontrando con una web diseñada para descargar malware que lógicamente pillará desprevenido a más de un usuario.
Es distinto del cybersquatting
Esta técnica es muy veterana, y existe prácticamente desde que existe Internet. Se basa en el uso del nombre de una marca, comprando dominios que puedan ser de su interés, antes de que estos sean de su propiedad. Lógicamente con estas estrategias se puede ganar mucho dinero si damos con una marca con muchos recursos y que a toda costa quiere hacerse con el dominio. Pero esto lógicamente es algo que cada vez es menos común, a medida que las grandes marcas ya se han posicionado en la red a lo largo de los años.
Pero como veis, el dominio, la URL de un sitio web, puede ser la puerta de entrada de malware a nuestro dispositivo. La mejor manera de evitar este fraude, es fijarse bien en aspectos básicos, como el diseño de la web, la ortografía, si hay discordancias con la original, y sobre todo el dominio, primero que sea seguro, y segundo que sea realmente al que queríamos ir. Otra cosa no podemos hacer contra una estafa que a pesar de ser veterana, sigue afectando a muchos de nosotros.