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POR EL CASO ANTIMONOPOLIO
La Unión Europea podría imponer una multa histórica a Google si finalmente se lleva a cabo la propuesta que hay ahora mismo sobre la mesa del supervisor de la competencia europea.
Google se enfrenta a una multa histórica en la Unión Europea que podría tener consecuencias importantes en su operativa con los teléfonos que llevan Android instalado.
Esta sanción, que según algunas fuentes podría llegar hasta los 11.000 millones de euros y otras lo rebajan hasta algo menos de 10.000 millones de euros, estaría motivada por las prácticas monopolísticas que, a juicio de Bruselas, estaría llevando a cabo Google con Android.
Concretamente, la Unión Europea acusa a Google de no favorecer la instalación predeterminada de aplicaciones de la competencia en las configuraciones iniciales de los terminales Android.
El problema reside en las aplicaciones Google Search y Google Chrome, ya que, a juicio de Bruselas, Google obliga a los fabricantes a instalarlas de serie para que los usuarios puedan acceder, a posteriori, a Google Play y, por tanto, descargarse otras aplicaciones. Si no pasan por el aro de Search y Chrome, no hay opción de Google Play, y ahí se encuentra el conflicto.
Google, por su parte, se defiende alegando que ya ha facilitado bastante el acceso a otras aplicaciones que son su competencia, lo que ha hecho disminuir sus ingresos en este campo, aunque estas explicaciones no han sido suficientes para Margrethe Vestager, Comisaria europea de Competencia, dispuesta a llegar con este asunto hasta el final.
Y es que, además de la multa histórica que está próxima a conocerse, Google también se vería obligada a cambiar la manera de trabajar con Android en Europa, ya que no podría seguir vinculando la presencia de Google Chrome y Google Search para utilizar Google Play y, por tanto, los usuarios quedarían libres de utilizar la tienda de aplicaciones de Google aunque no tuvieran ninguna app de Google instalada en su Android.