WiFi para viajeros

Cada vez es más habitual fijarnos en la conexión inalámbrica que se ofrece cuando reservamos una habitación de hotel. Que te cobren, que solamente esté disponible en las zonas comunes o que solamente tengan un par de ordenadores con conexión con cable son errores garrafales que los hosteleros cada vez evitan más.

Las visitas a otras ciudades siempre se saldan con el fatídico mensaje de “has alcanzado el límite de tu tarifa”. Y eso hablando del territorio nacional, porque las tarifas de datos en 'roaming' de las operadoras son tan abusivas que nuestro 'smartphone' se acaba convirtiendo en un trasto inútil en el extranjero... hasta que encontramos una WiFi salvadora.

Aviso: si lo que quieres en tus días libres es una “desintoxicación digital” no sigas leyendo.

Rastreando con el teléfono

Planificar un viaje con el teléfono o tableta es muy cómodo y comprobar la red WiFi del hotel es de las primeras cosas que haces. Es el servicio preferido por los viajeros, incluso por delante del desayuno, según encuestas realizadas por Hoteles.com o por Gowex.

Esta última es una buena opción para los que buscan servicios básicos (correo y redes sociales sin mucha carga audiovisual), aunque la versión gratuita ofrezca una velocidad un tanto ridícula. Solamente tienes que descargar su app para Android, iOS o Windows Phone y conectarte a uno de los muchos 'hotspots' de la compañía.

Otra alternativa internacional con un millón de puntos donde conectarte es Boingo, aunque los planes que ofrece son de pago.

En las tiendas de aplicaciones de Apple y Google encontramos algunas apps como Wi-Finder (Android / iOS) o Free Wi-Finder (iOS) que recopilan las redes WiFi gratuitas desperdigadas por todo el mundo. Ambas llevan bastantes meses abandonadas, pero siguen siendo útiles y te pueden salvar de un apuro.

Si te conectas a redes públicas, ya sean abiertas o con clave, tienes que tener mucho cuidado, ya que puede ser bastante peligroso. Extrema la precaución, verifica bien el punto donde te conectas y no introduzcas claves en ningún momento.

Adaptadores, cables y otros aparatitos

Si por motivos de trabajo necesitas una buena conexión quizá necesitas añadir alguna cosa más al 'kit' del viajero 'techie' que te propusimos en su momento. De aquel rescatamos el repetidor y el cable Ethernet amarillo de toda la vida, por si hay que conectarse por cable. Y ahora ¡toma nota y a navegar!

Es una gran opción si no quieres depender de que te lleguen todas las rayitas del WiFi es un módem MiFi como el de la derecha, aunque tendrás que tener una tarjeta SIM y un plan de datos con una operadora, pero es más cómodo que el típico módem USB que se usa en los portátiles.

Con este aparato podrás conectar varios dispositivos a una red inalámbrica, con la limitación de los megas que tengas contratados... mucho mejor que los bonos prepago que ofrecen las telecos, que son prácticamente un robo a mano armada.

Ya sabes que eso de tener el router en el cuarto de la escoba no es una buena idea, sobre todo si te hospedas dos plantas más arriba y el WiFi te llega fatal. Para esto están los repetidores o amplificadores. Son soluciones muy económicas (unos 30 euros), de tamaño pequeño y fáciles de configurar.

Aunque claro, después de hablar de tantas ondas inalámbricas terminamos con la solución de toda la vida: el cable. Si vas a trabajar con un portátil no estaría de más llevar algunos por si necesitas conectarte a Internet directamente desde el punto de acceso.

Además del cable Ethernet puedes llevar un adaptador de Ethernet RJ45 a USB, que te puede ser muy útil y sacar del lío si no hay redes WiFi disponibles.

De todos modos siempre puedes recurrir a hacer 'tethering' (aprende a hacerlo en iOS o Android) con tu teléfono y compartir tu conexión a internet con un ordenador o una tableta, pero tu tarifa de datos se puede resentir.