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HAY UN PROYECTO DE LEY PARA HACERLO
Los legisladores del estado de California, la cuna de la tecnología, tienen entre manos un proyecto de ley encaminado a prohibir el uso de los smartphones en las escuelas.
Silicon Valley nació en los años 50 del pasado siglo al calor de la Universidad de Stanford. De allí salieron los grandes mainframes que ocupaban una habitación entera, después los ordenadores, luego el iPhone, que abrió las puertas de los smartphones. Y la mayoría de las aplicaciones que usamos en las pantallas móviles brotaron en Silicon Valley, California.
Ahora esa California, la misma donde trabajan decenas de miles de empleados de las compañías tecnológicas, las que desarrollan y gestionan las principales plataformas a las que accedemos desde nuestros smartphones, las que han impulsado la adopción de sus productos con la más sofisticada agresividad; esa California tiene encima de la mesa un proyecto de ley para prohibir el uso de smartphones en los colegios.
El texto, aún por aprobar, empujará a los colegios del estado a establecer normas para prohibir a los niños usar el smartphone durante el tiempo que pasan en la escuela. Su propuesta se fundamenta en varios estudios que apuntan a las consecuencias negativas de usar estos dispositivos durante las horas escolares. Hace referencia especialmente a un estudio de 2015 que analiza los efectos de los smartphones en la educación de los niños. Está firmado por la London School of Economics y demuestra que los beneficios de relegar el móvil. La investigación concluye que prohibir estos dispositivos equivale a añadir una semana más de estudio académico.
Y es que la tendencia a pensar que el uso del smartphone entre los niños resulta perjudicial no es nueva. Últimamente ha salido a la luz cómo algunos de los mandamases de Silicon Valley han restringido a sus hijos el uso de la tecnología. Bill Gates ya limitaba el tiempo de su hija ante las pantallas en 2007, mientras que Steve Jobs prohibió usar el iPad a sus hijos pequeños.
Además, en Francia ya han tomado una resolución parecida a la que busca California. A partir del pasado año los menores de 15 años no pueden usar su móvil en los centros escolares franceses. También en el estado de Ontario, en Canadá, se plantean prohibir los smartphones en los colegios.
El proyecto de ley de California critica duramente los efectos que los smartphones pueden tener en los niños. Se habla de que pueden favorecer el ciberbullying, contribuir a la ansidad en la adolescencia, a la depresión e incluso al suicidio.
El texto llega al extremo de limitar el uso de estos dispositivos incluso en actividades donde está prevista su utilización. Además, permitiría a las escuelas monitorizar el empleo que hacen los escolares de los smartphones, en el caso de que los necesiten para alguna tarea. Como principio básico, la normativa señala que estos dispositivos interfieren en la misión educacional de los colegios.