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MÓVILES
Olvídate de dejar expuesta la contraseña de tu Wifi a otras personas.
Se ha convertido en algo habitual es acudir a casa a de familiares o amigos y pedir la contraseña del Wifi. Pero algo sencillo, puede convertirse en una verdadera odisea ya sea por el lugar en el que se encuentra el router o por la extensión y complicidad de las contraseñas. Pero existe otra forma mucho más sencilla de hacerlo, te contamos como.
Compartir la contraseña del Wifi con el IPhone
Es cierto que la mejor forma de proteger nuestro Wifi es con robustas contraseñas en las que se integren todo tipo de caracteres como letras, números y símbolos. Y a mayor número de caracteres más difícil será de averiguar, pero esto a menudo también puede ser un inconveniente sobre todo para las personas de cierta edad. Por lo que buscar otros métodos para compartir la contraseña es necesario si no queremos pasarnos la mayor parte del tiempo copiando la interminable secuencia y revisando donde nos podemos haber equivocado. En otras ocasiones ya hemos hablado de como compartir la contraseña del wifi en Android, ya sea a través de un código QR o compartiendo las claves.
En esta ocasión vamos a centrarnos en explicar cómo compartir la contraseña del Wifi desde iPhone. Pero antes de compartir la contraseña debemos tener en cuenta de que este sistema sólo podemos usarlo con otros dispositivos del mismo fabricante y que para ello, en ambos deben estar activos tanto el wifi como el bluetooth.
Además, utilizando estos métodos nunca revelamos realmente la naturaleza de la contraseña, por lo que, aunque puedan hacer uso de ella, nadie sabrá realmente cual es la combinación elegida para proteger nuestras redes. Ya no es muy aconsejable hacer públicas nuestras contraseñas sobre todo si usamos la misma para varias cosas. Siempre que compartimos cierto tipo de información o damos acceso de uso a otros usuarios de nuestras redes, podemos estar poniendo en peligro la seguridad de las mismas. Debemos ser conscientes de que cuantos más dispositivos estén conectados, aparte de restarnos ancho de banda, se crean más puntos de acceso a nuestra información. Todos estos suponen una puerta de acceso a nuestra red, por lo que debemos ser conscientes de los peligros y vulnerabilidades de que se generan.