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#MWC16 | MÁS POTENTES, CON MEJOR CÁMARA Y BATERÍA
Año nuevo, Galaxy S nuevo. “Ocurrió en Barcelona”. Descendientes directos de los modelos anteriores, a los que prácticamente calcan en formas: se repiten los materiales, las líneas y todo el diseño en general, salvo algunos detalles refinados, como el prominente bulto de la cámara, que ahora es prácticamente plana.
Pero vamos al meollo: el S7 es ahora el pequeño, con una pantalla de 5.1 pulgadas, por las 5.5 de su hermano el Edge, el de los preciosos bordes curvados. En ambos casos, con resolución QHD, 2560 x 1440 píxeles.
MEJOR CÁMARA
También comparten cámaras, de 12 y 5 megapíxeles (la trasera, con un enfoque automático endiabladamente rápido), con mayor apertura (f/1.7) para que la luminosidad sea mayor, y de paso se acentúe el ansiado “efecto réflex” basado en la capacidad de desenfocar el fondo respecto al objeto principal de la fotografía.
El procesador es un Exynos 8890 de ocho núcleos, es decir, continúan los componentes made in Samsung, la RAM llega a los 4 GB, el almacenamiento es de 32 GB y, sorpresa, vuelve la ranura microSD, que permite aumentar la capacidad del terminal en 200 GB adicionales como máximo.
BATERÍA MÁS POTENTE
¿Más diferencias? La batería, de 3.000 mAh en el caso del S7 y de 3.600 mAh en el del S7 Edge. Números y tecnicismos al margen, sería una catástrofe que con esas cifras el rendimiento de la batería no permitiese llegar holgado al final del día, e incluso al del segundo día en usuarios menos exigentes.
SELFIES BAJO EL AGUA
Y hablando de regresiones, también vuelve la resistencia al agua y el polvo gracias a la certificación IP-68, la cual se perdió con el Galaxy S6 y vuelve.
Que sea resistente al agua y el polvo es la típica característica que puede parecer ligeramente útil, pero acaba siendo mucho más importante: en verano supone poder hacer fotos desde cerca o dentro del agua, una capacidad clave desde el punto de vista social; el resto del año permite estar más tranquilo cuando hay agua cerca: el baño, la cocina, etc.
Otra novedad es la pantalla Always On, que más allá del nombre anglosajón y el marketing, significa que siempre estará encendida mostrando información relevante (hora, calendario, clima, notificaciones).
Esto no será un problema para la batería, ya que las pantallas de Samsung usan tecnología AMOLED, que al contrario que las LCD / IPS, no consumen energía cuando muestran el negro, además de que dicho negro es más intenso y real. Y si no, prueben a mirar la pantalla de un Galaxy reciente frente a la de un iPhone o un Sony Xperia.
GEAR 360
Paralelamente, Samsung ha puesto una patita más en su ecosistema con su primera cámara de acción, la Gear 360, que aunque no es resistente al agua y por su form factor tiene bastante orientación al uso estático, cuenta con la diferenciación de una doble cámara de 180 grados. Es decir: es capaz de capturar una imagen de 360º, con lo que ocurre a su alrededor y no sólo al frente, en todos los ejes.
Una característica que encaja perfectamente en su Gear VR, el casco de realidad virtual. Ahora nosotros mismos podremos crear contenido en cierta forma para él. Un síntoma más de que para Samsung la apuesta por la realidad virtual es a largo plazo y pretende ir ampliando el ecosistema para no quedarse únicamente en la anécdota.