El iPhone 16 Pro estrenaría por fin un Face ID bajo la pantalla

Estamos a nueve meses de que se presenten los iPhone 15, y la información sobre ellos nos llega con cuentagotas, aunque de forma constante. Pero poco a poco vamos conociendo ya incluso los pormenores que nos ofrecerían los iPhone 16, que se estrenarían el próximo año 2024, por lo que casi quedarían dos años para ello. A pesar de la distancia temporal, hay quien no duda ya en aventurar cuáles serán sus principales características. Y parece ser que una de ellas sería de las que más se han esperado para estos dispositivos. Y es que lo que avanzan desde luego es algo que llevamos esperando ya al menos dos o tres años para los teléfonos de Apple.

Una cámara bajo la pantalla

Las cámaras de fotos bajo la pantalla llevan en el mercado ya al menos un par de años. Aunque su expansión ha sido muy lenta ya que la calidad que son capaces de brindar todavía es bastante limitada. Hay tenemos por ejemplo ya a dos generaciones de los Galaxy Z Fold con esa cámara oculta bajo la pantalla. Ahora un filtrador cercano al universo de Apple se ha aventurado a anticipar lo que ofrecería el iPhone 16 nada menos. Y la realidad es que de ser así sería uno de los cambios más revolucionarios en la historia de los teléfonos de la marca.

Porque asegura nada menos que la cámara Face ID del iPhone 16 estará bajo la pantalla, lo que a su vez producirá cambios importantes en el diseño del teléfono. Ya que esto implicaría la existencia de una isla dinámica más pequeña, vamos, que el orificio o la pastilla de la cámara delantera en la pantalla sería más pequeño al ocultarse el Face ID. Lógicamente son solo especulaciones, que no dudamos tengan alguna fuente fiable, pero que nos hablan de algo que se produciría dentro de casi dos años, lo que es una eternidad en tecnología. Eso sí, tendría sentido la llegada de esta tecnología a los iPhone dentro de todo ese tiempo, más que razonable para tenerla preparada.

Otra posibilidad, más extrema, es que todo el Face ID y la cámara Facetime pasaran a estar debajo de la pantalla, y que por tanto fuera el primer iPhone con un diseño toda pantalla y sin notch u orificios. Eso sí, para ello Apple debería hacer un trabajo de investigación realmente sobresaliente. Primero para conseguir la ocultación de todos estos elementos, y segundo para conservar la calidad de imagen y la funcionalidad de un dispositivo que al fin y al cabo ha sido diseñado para ser preciso a la hora de identificar al propietario del teléfono por sus rasgos biométricos.

De momento nos toca mirar a los iPhone 15 que llegarán en septiembre, y que a nivel de diseño no ofrecerán prácticamente novedades, salvo que los modelos estándar también abrazarán la nueva isla dinámica. Eso sí, esperamos mejoras de cámara en los Pro, así como la posible llegada de la carga inversa que tanto llevamos esperando. Veremos qué se hace realidad de todas estas características, porque al final, casi siempre decepcionan.