Llega el Huawei Mate 10, con chip de inteligencia artificial incluido

A ritmo de piano grave, con la canción de la distopía robótica Westworld. Así ha allanado el camino Huawei para la presentación de su nuevo Mate 10. El auditorio se ha llenado, hasta que el evento ha dado comienzo, con el tema de opening de la serie de HBO. El hilo musical no ha sido casualidad. Westworld es la última expresión de los robots en la cultura de masas. Y estos son la última expresión, extremada, de la inteligencia artificial, algo que la compañía china promociona como principal aliciente de su nuevo terminal.

Como de costumbre, el CEO de Huawei Consumer Business Group Richard Yu, ha sido el maestro de ceremonias en el Olympiapark de la ciudad de Múnich. Él es quien ha mostrado los dos nuevos dispositivos de la compañía. En los nuevos Huawei Mate 10 y su versión Pro, la firma china tiene puestas grandes esperanzas. La clave está en el chipset Kirin 970, que marca la diferencia. Se trata de un procesador con tres tipos de chip: la tradicional CPU, la GPU destinada a los gráficos y una nueva aparición, la NPU (neural processing unit).

Esta NPU está orientada a realizar tareas de inteligencia artificial. Pero antes de entrar en detalles sobre este aspecto, cabe destacar algunas mejoras en las características que habitualmente cautivan a los consumidores. Los dos nuevos modelos tienen prácticamente el mismo tamaño de pantalla: 5,9 pulgadas, el Mate 10, y 6, el Mate 10 Pro. Ambos aparecen prácticamente sin márgenes y, mientras que la resolución del primero es de 2560x1440, el Pro destaca por la calidad de su pantalla (2160x1080) a la hora de reproducir vídeo, por ejemplo.

Como otros factores diferenciales, el Mate Pro tiene la huella dactilar atrás, mientras que su hermano menor la tiene en la parte frontal. La navegación en el Pro se ha intentado centrar en un botón flotante en la pantalla, que permitirá las funciones básicas que habitualmente se encuentran en la franja inferior del frontal del dispositivo.

La cámara doble en vertical está en consonancia con la anterior versión del Mate. Aunque la apertura es mayor, pues llega a un F1.6 + F1.6. Los sensores tienen 20 megapíxeles el monocromo y 12 megapíxeles el RGB. En este campo Huawei prosigue la alianza con Leica.

La batería es de 4000 mAh, y además la compañía apunta que su tecnología SuperCharge es capaz de subir el terminal a un 58% en 30 minutos. Huawei se ha preocupado también de certificar la seguridad de su carga rápida, algo que hasta ahora óolo se hacía con las baterías, algo de lo que se ha encargado la empresa alemana TÜV Rheinland.

La inteligencia artificial que vertebra al Mate 10

Al margen de todo esto, lo verdaderamente novedoso del Huawei Mate 10 es su inteligencia artificial integrada: la capacidad del chip NPU es transversal a las funciones del dispositivo, aunque la compañía ha desarrollado algunas aplicaciones nativas para su terminal. Así por ejemplo la cámara del Mate 10 emplea esta capacidad de procesamiento rápido del NPU.

El software del terminal es capaz de reconocer 14 escenarios típicos para tomar una foto y adapta automáticamente la cámara cuando detecta a cuál de ellos está enfocando el usuario. Es decir, si se enfoca un plato de comida, la cámara identificará lo que es y presumirá que la intención del usuario es que en la fotografía el objeto aparezca suculento, apetecible, haciendo los ajustes necesarios para que la imagen tenga el mejor aspecto para ese caso.

La inteligencia artificial en la cámara también permitirá mejorar la resolución de algunas fotografías, pues cuando falte información se rellenarán esos píxeles empleando 'machine learning'. Además, el software podrá detectar cuándo una fotografía pretende captar el movimiento, con lo que las imágenes serán más claras. En los selfies, el sensor reconocerá las caras de todos por igual, al contrario de lo habitual ahora, que detecta un rostro y después al resto de personas.

Otra de las demostraciones de la inteligencia artificial que puede desplegar el Mate 10 es un desarrollo exclusivo de Microsoft, que ha adaptado su aplicación de traducción para que funcione con el NPU de Huawei. Lo sorprendente de esta app es que permite la traducción de voz en modo offline, sin necesidad de recurrir a las bases de datos y el poder de computación de la nube para este servicio.

El NPU también ajustará el brillo de la pantalla dependiendo de la luz que haya para leer y propondrá acciones al usuario activamente, como partir la pantalla si está usando el móvil y te llega un mensaje de WhatsApp, por ejemplo.

Los retos de la inteligencia artificial

El consumo energético es uno de los retos de incorporar inteligencia artificial en un teléfono, donde hay límites claros de tamaño y, por tanto, de batería. Aunque habrá que ver cómo se comporta el terminal en este sentido, lo cierto es que el NPU servirá también para mejorar la gestión de la batería: el software del teléfono aprenderá cómo se usa este normalmente y así determinará cuál es la mejor estrategia para ahorrar energía.

En realidad, el propósito de Huawei es que los desarrolladores entren al juego. “Esperamos que lleguen muchas aplicaciones”, comentaba Clement Wong, vicepresidente global de marketing de producto de Huawei en un encuentro con periodistas en la sede de la compañía en China. La cámara o el traductor offline son muestras de lo que se puede hacer con el chip, pero Huawei quiere involucrar a los desarrolladores.

“Nosotros no podemos hacer todo el trabajo, como lo hacen miles y miles de desarrolladores. Eso es su trabajo”, apunta Wong. “Pero lo que tenemos que hacer, desde nuestra perspectiva, es ofrecer el dispositivo perfecto para que el consumidor ejecute este software de inteligencia artificial”.

Más allá de las palabras mágicas de moda, el Mate 10 le ha puesto mimo a otra vertiente: la conversión del móvil en un ordenador. El nuevo terminal lo permite mediante un conector específico, un cable tipo C a HDMI/VGA. El software del dispositivo se transforma en un sistema de escritorio y el móvil se puede transformar en un teclado o un ratón virtual. Faltará ver qué uso pueden darle los usuarios.

Por cierto que la presentación no podía dejarse pasar como oportunidad para codearse con Apple. Así, Richard Yu ha hecho constantes, y ya tradicionales, comparaciones del nuevo dispositivo con los iPhones. Como colofón de marketing, la nueva edición Porsche Design del terminal se ha bautizado como Huawei Mate X Porsche Design.

Tiene mayor capacidad y algunas funcionalidades exclusivas a cambio de 1395 euros (6 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento). El Mate 10 cuesta 699 euros, con 4 GB de RAM y 64 GB de capacidad. La versión Pro tiene un precio de 799 euros, con 6 GB de RAM y 128 GB. Ambos llegarán a principios de noviembre, aunque el Pro no se verá en la primera oleada en España.