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DOS CLÁSICOS CON LAS HORAS CONTADAS

Lumia 1020 vs Galaxy Note 3: la batalla de los raritos

Ya hemos enfrentado a los teléfonos destinados a ser los mejores del año, pero no nos podemos olvidar de dos terminales lanzados en 2013 cuya huella perdurará durante mucho tiempo: los raros.

Nokia Lumia 1020, con 41 megapíxeles de cámara Nokia

En el sector móvil los focos se los llevan iPhone 5s y Galaxy S5 y los elogios por el diseño Xperia Z2 y HTC One M8, pero, afortunadamente, hay mucho más donde elegir. Si entre el Madrid y el Barça te quedas con la Ponferradina; entre los Beatles y los Rolling, con Led Zeppelin y tu X-Men favorito no es ni Cíclope ni Lobezno, sino Gámbito, saca tu lado raro y elige entre el Lumia 1020 y el Galaxy Note 3.

Se trata de dos terminales que ya llevan un tiempo en el mercado y que pronto quedarán en un segundo plano, ya sea por la llegada de su sucesor (caso del Note 3) o sencillamente porque la edad no perdona (el Lumia 1020 fue presentado hace más de un año; una eternidad en el sector). Pero aunque sean reemplazados por otros dispositivos, entrarían en un hipotético salón de la fama móvil.

Galaxy Note 3 fue el encargado de demostrar que los phablet son mucho más que un teléfono grande o una tableta pequeño. O que son justo eso, pero bien hecho. Para muchos, es como Khedira: la auténtica estrella de una plantilla llena de galácticos, porque Bale es buenísimo, pero sin Sami no funciona el equipo. Para otros, es como Khedira: un tronco que incomprensiblemente juega de titular. Khedirismo y notetresismo van de la mano.

Lo que hizo este smartphone fue coger todo lo que ya había sorprendido en el Note II y mejorarlo. Sobre el papel parece fácil, pero lo cierto es que no lo es en absoluto. Batería digna de Bear Grylls, pantalla y una serie de aplicaciones útiles que se aprovechaban de su lápiz capacitivo.

Por su parte, el Lumia 1020 entró por la puerta grande con su cámara de 41 megapíxeles. El amarillo se convirtió en el color de moda (y eso que es difícil combinarlo) y su sensor en su seña de identidad. Desde Quasimodo nadie había llevado una chepa con tanto orgullo. Las gamas bajas de Windows Phone se hicieron con la tercera posición en el mercado; el gama alta, con los corazones.

Suena a cliché (y, para qué engañarnos, lo es), pero son dos teléfonos con personalidad propia. Los hay mejores (pocos) y peores (muchos), pero ninguno es como ellos. Por este motivo tampoco tiene mucho sentido soltarles en el cuadrilátero. No es que practiquen artes marciales distintas, es que uno juega al ping pong y el otro es un profesional del mus.

De todos modos, está muy claro qué pueden ofrecer. En el caso del Lumia 1020, el mejor sistema operativo que nadie utiliza, Windows Phone, y una cámara de las de quitan el hipo y, además, inmortalizarlo con una fotografía en el momento exacto. A nivel de rendimiento, va sobrado y lo irá durante al menos un año, pero tampoco está como para echar carreras.

Comprar un Note 3 es más difícil de justificar, porque en pocos meses (o semanas) llegará su nueva versión, que se presentará en la IFA. Ahora, las ofertas que no se pueden rechazar no se rechazan y las apuestas se hacen sobre seguro: a buen precio, es un caballo ganador. Y uno de los que corren varios días.