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REDUCE LAS CAPACIDADES COGNITIVAS
La tecnología es una herramienta maravillosa que nos ofrece infinidad de ventajas, pero puede ser un arma de doble filo si se abusa de ella, especialmente en el caso de los más pequeños.
En la actualidad, los niños utilizan smartphones y tablets desde edades muy tempranas, puesto que suponen un entretenimiento fácil e instantáneo que los distrae y permite a los padres llevar a cabo sus actividades más tranquilos. Por este motivo, resulta muy habitual ver pequeños observando el móvil embelesados en un restaurante, o viendo dibujos animados en la tablet mientras viajan en el coche.
No obstante, aunque ya estamos acostumbrados a convivir con la tecnología y el teléfono móvil se ha convertido en una extensión de nuestro brazo, es importante que controlemos la exposición de los niños a las pantallas, porque es muy fácil que desarrollen cierta dependencia de los dispositivos electrónicos y le resten tiempo a otras actividades convenientes para su correcto desarrollo. Esto no significa que tengan que estar completamente aislados de la tecnología, ya que también les brinda muchos beneficios, sino que hay que controlar y limitar el uso que hacen de ella.
Esto es precisamente lo que sugieren los resultados del estudio que ha llevado a cabo un equipo de investigadores de la Universidad de Ottawa, la Universidad de Carleton y el Instituto CHEO en Canadá, que ha sido publicado en The Lancet Child & Adolescent Health. Se trata de un estudio observacional transversal en el que han participado 4.524 niños estadounidenses de entre 8 y 11 años. El trabajo ha analizado la cantidad de menores que siguen tres recomendaciones de las autoridades sanitarias canadienses, que son dedicar menos de dos horas a mirar una pantalla, realizar al menos 60 minutos de actividad física y dormir entre 9 y 11 horas cada noche.
El 52% del total (2.303 niños) cumplía la recomendación del sueño, el 37% (1.655) lo hacía con la recomendación del tiempo de pantalla, y solo el 18% (793) lo hacía con la práctica de ejercicio físico. Solo el 5% cumplía todos los requisitos y casi el 30% no cumplía ninguno.
Los participantes fueron evaluados con seis exámenes estándar que miden las habilidades del lenguaje, la memoria, la capacidad de planificación, y la velocidad para completar tareas mentales. Los resultados revelaron que la cognición, es decir, las capacidades para procesar la información a partir de la percepción, la del pensamiento y la reflexión sobre los conocimientos adquiridos, se asoció positivamente con cada recomendación cumplida. Por lo tanto, seguir las pautas indicadas mejora las capacidades de los niños, mientras que no seguirlas les perjudica.
El abuso del tiempo en pantalla es uno de los factores más nocivos, de acuerdo con el estudio. “Descubrimos que más de dos horas de tiempo recreativo con la pantalla se asocia con un peor desarrollo cognitivo en los niños”, explican los investigadores en el documento. “Puede ser que el tiempo de pantalla afecte al sueño, que es un factor crítico para dar forma a nuestros cerebros. Los niños necesitan dormir entre 9 y 11 horas por la noche para que su desarrollo cognitivo sea óptimo”.