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PUEDE DEBERSE A MUCHAS CIRCUNSTANCIAS
La carga rápida es una de las mejores funciones de nuestros smartphones, pero no siempre está disponible. Y es que hay factores ambientales y de hardware que pueden afectarle.
Las baterías de los móviles tienen cada vez mayor capacidad y gracias a la carga rápida no se eterniza la carga. Aunque hay veces que esto falla y puede ser un problema. Te enseñamos qué hacer si esto sucede en tu móvil Samsung.
Prueba a resolverlo con esto
No todos los modelos admiten esta función, antes de pensar que, si la velocidad de carga es la adecuada o si lo hacemos más lentamente, debemos comprobar si nuestro dispositivo es compatible. Modelos como el Galaxy S23, Galaxy A54 o la gama plegable Galaxy Z son compatibles con esta opción, para comprobar el resto de modelos es tan sencillo como consultar el manual del dispositivo o su defecto podemos verlo en la página de soporte del propio fabricante.
Para realizar una carga rápida además de tener un teléfono que admita esta función, debemos tener un cargador adecuado. En los modelos mencionados el cable suministrado soporta la carga rápida, por lo que debemos hacemos hacernos con un cargador homologado para esta tarea, por lo que, si nuestro cargador no indica en sus características algo como carga rápida adaptativa, carga rápida o algo similar, no reduciremos el tiempo de llenado de la batería.
Una vez completado el proceso, ya estamos listos para comenzar. Si aun así esta no funciona correctamente, puede deberse a otros factores externos como puede ser la limpieza del puerto de carga. Este a menudo se llena de polvo y suciedad que evitan que pase de forma correcta. Por lo que debemos comprobar que este es el motivo. Si sigue sin funcionar tenemos otras opciones. Comprueba las actualizaciones del sistema. Un dispositivo sin actualizar no funciona correctamente, y esto hace que se ralentice todos los procesos incluso el de carga. Además de esto debemos comprobar que el problema no reside en nuestro dispositivo, también puede deberse al mal estado de la toma de corriente a la que lo hayamos conectado. Puede que esta falle y no deje pasar la corriente necesaria para ello.
Otra forma de agilizar la carga es cargar el móvil en modo ahorro de energía, un truco que funciona además en cualquier teléfono. De este modo se paralizan todos aquellos procesos no necesarios que consumen energía. Así no se consume parte de la energía entrante, a la vez que realizamos la carga Del mismo modo, tenemos la opción de desactivar todos los procesos innecesarios y que además hacen un alto gasto de energía. Entre estos procesos se encuentran los datos móviles y el WiFi. Al estar continuamente conectados y en constante actualización consumen muchos de nuestros recursos.